Originalmente fue publicada en el Metrópoli del 18 de mayo. Aquí va la transcripción completa.
¿Fernando Alfaro y Los Alienistas es un grupo o un proyecto en solitario?
Es curioso, porque en teoría el planteamiento parece que soy yo en solitario con el apoyo de una banda, a veces, porque puede que haga conciertos acústicos en solitario. Lo que pasa que en el funcionamiento real está siendo un grupo en el mismo nivel que los otros que tuve. Realmente es la misma, tanto en la implicación mía con ellos como al revés. Tanto en la implicación personal como en la musical somos como un grupo, así que no puedo decir que sea una banda de apoyo. No aprecio serias diferencias en el aspecto creativo, otra cosa ya es en la toma de decisiones.
¿Cómo van a ser esos conciertos acústicos?
Todavía no estoy totalmente decidido en lo que voy a hacer. Puede que en los conciertos acústicos me acompañen uno o dos Alienistas, pero todavía no es seguro. Muy probablemente sea yo solo. A veces mola el extremo de la desnudez, pero depende de lo que apetezca y de lo que sea mejor para todos.
¿Cómo ha ido tomando forma la idea del proyecto?
Es un poco lo que me ha pasado siempre. Tenía un grupo en funcionamiento, Chucho, y seguía haciendo canciones en mi casa. Cuando se disolvió yo seguí escribiendo y, bueno, quizá el hecho de la reunión de Surfin’ Bichos sí que supuso un empujón, me animó en cierto modo a montar un nuevo grupo y llevar a término esa colección de canciones, que además respondían a una idea general como para sacar un disco. Fue partir un poco de cero, montando una banda de la nada aunque, bueno, de la nada no era, porque se trataba de amigos o de gente con la que había trabajado otras veces, pero sí que hubo que empezar otra vez.
¿Por qué se disolvió Chucho?
Uffff. Como siempre, este tipo dee… no hay una respuesta, hay muchísimas. Es un fenómeno complicado, digamos que hay varias razones, algunas inconfesables, otras no…, un cúmulo de circunstancias que hacen imposible seguir. Cosa que no estaba ni en mi intención ni en los planes. Claro, a la gente le despista el título del último disco, "Koniec", pensaban que estaba anunciando el final pero era de forma más premonitoria que premeditada, vamos, porque yo desde luego no sabía que iba a ser el último disco. Yo además estaba muy cómodo en la situación que estaba en ese momento, hacía algunos conciertos acústicos sólo tocando sobre todo canciones de la etapa Surfin’ Bichos y las que menos tocaba con Chucho y, aparte, el grupo en activo y con producción. Vamos, que a efectos prácticos no me vino nada bien pero, bueno, ya hemos empezado otra etapa o, mejor dicho, una nueva etapa de la misma historia.
¿Por qué la autoedición?
Yo en principio pensaba seguir en la misma compañía que estaba. Me ataba un contrato, tenía una buena relación con el sello, pero luego… es que tengo la sensación de que la industria en general está batiéndose en retirada en cuanto a lo que es apostar por la música. Por diversas circunstancias decimos de mutuo acuerdo no seguir en Sinnamon. A la hora de plantear alternativas vi con mi Mariano, mi mánager, que compartíamos la idea de que a nuevos tiempos nuevas fórmulas y a grandes males grandes remedios. Hay que actuar de otra forma y no se puede estar con las inercias de las discográficas porque todo ha cambiado radicalmente. Pero claro, para tener que estar convenciendo a una compañía de que te contrate, de cómo hacer las cosas y tal hemos decidido que lo hacemos nosotros. Luego veremos lo que surge después, si Los Enanos Gigantes funciona como un sello con otros artistas o no, no lo sé aún.
También has decidido colgar todos los temas libremente en Internet. Vamos, que eso que dicen por ahí de la piratería no te asusta.
Sí, asustarme es que me asustan otras cosas. Me abruma un poco porque hay mucho de todo pero, como músico, asumo que las cosas han cambiado y tampoco hay que darle más vueltas. No hay que ser pionero ni resistir ahí a toda costa como los últimos de Filipinas. Sí, yo creo que todo se puede utilizar y todos los canales son buenos. El problema de Internet es como oyentes, ya que hay más oferta cuando ya era excesiva de por sí. El mayor que puede haber es de canalización, de selección, pero yo creo que acabará solucionándose y, por otro lado, hay un efecto que es que el que quiera hacer música es el que la hará. Bueno, no estoy muy seguro de eso, porque la maquinaria de promoción tendrá que seguir funcionando. Se organizará de otra manera o algo, pero nosotros hemos decidido que… mira, sabes que en cuanto se publique el disco va a estar al día siguiente en Soulseek, entonces lo pones tú directamente antes y ya está, tampoco es nada del otro mundo. En el fondo lo que quiero, o lo que quiere cada uno que hace música, es que le escuche cuanta más gente mejor. La cuestión digamos monetaria es, vale, tienes que comer y eso, pero no es tu principal motivación. Esa debe ser contar cosas y que las oiga gente, y para eso es ideal. En el disco ya tendrán más información, las letras, ilustraciones…. Si te fijas, en el libro hay una onda como años 30, las guerras mundiales, etc, y todo ese punto también está reflejado en lo estético, con una imaginería que recuerda a los carteles de la época y toda la parafernalia ideológica de Los Enanos Gigantes va también en esa onda. Al final, ha quedado muy chulo porque hasta yo, que me sé las letras de memoria, me dan ganas de leerlas. Tener el disco siempre es algo diferente, supongo que es cuestión de generación. Quiero decir, generacional, no de degeneración. Nosotros somos más de valorar el objeto, el fetiche.