martes, abril 22, 2014

Entrevista a Cristina Lliso

Hoy es el día. Muchos creímos que la voz de Esclarecidos -para mi gusto, una de las mejores que he escuchado nunca en el pop español- había desaparecido para siempre tras la experiencia truncada de su proyecto Lliso en 1998. La gran sorpresa fue su regreso con un disco en solitario, "Si alguna vez", tan contracorriente como de una calidad extraordinaria (y, automáticamente, uno de mis favoritos de los últimos años). El directo se ha hecho esperar: tan sólo hubo una presentación de media hora en la FNAC de Callao en Madrid para promocionar el disco, y nada más... Hasta que, por fin, a comienzos de este año, anunciaba tres fechas en Zaragoza, Barcelona y Madrid. Aprovechando el acontecimiento, propuse entrevistarla para La Luna de Metrópoli, cosa que se produjo la mañana del pasado 26 de marzo en un café cercano a la sede madrileña de Warner, días antes de empezar la micro gira. Este viernes se publicó con el título "Cristina Lliso, la nueva primera vez", pero aquí os entrego la transcripción completa de una conversación que fue un placer. 

Ha pasado más de un año y medio desde que sacaste el álbum. ¿Por qué tanto tiempo? 
En realidad son casi dos años. Lo cierto es que las cosas han salido sobre la marcha y como han salido, no hemos ido forzando. En los últimos tiempos y según voy cumpliendo más años creo que las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir. No había la oportunidad de hacer algo medianamente serio y coordinado y de organizar a una banda a la que compensara dejar sus cosas por los ensayos. La verdad es que estoy muy contenta. Me pone nerviosa la situación, lógicamente, porque hace mucho que no me subo a un escenario, pero en el momento que rueda y suena bien empiezas a serenarte y tranquilizarte. 

¿Qué banda vas a llevar? 
La formación es la misma que viste en la FNAC (Suso y Emilio Saiz y Pachi Alis), lo que ocurre es que para allí hicimos una presentación muy sencilla y en este caso habrá canciones que hagamos de la misma manera, puede que incluso más vacías, y otras con un toque más eléctrico y dinámico porque estos señores tocan de todo y se irán turnando, habrá una parte de batería y bajo, otra sola con guitarras, otra más vacía… El disco es muy cortito y no haremos todas las canciones. Tocamos algunas de Esclarecidos y algo de Lliso, no serán todas las conocidas ni muchísimo menos, pero creo que son canciones que tienen sentido mezcladas las unas con las otras. En realidad son versiones porque algunas las hemos removido, hemos tocado estructuras, tonos, porque algunas eran excesivamente graves en el disco. 

La mayoría de los temas de "Si alguna vez" son de 2009 y 2010. ¿Has seguido componiendo después? 
Tengo letras escritas, y melodías en la cabeza siempre, no puedo evitarlo. Están ahí en “veremos”, organizando una carpeta, a ver si en un momento dado decidiera volver a grabar, que me encantaría porque ha sido una experiencia estupenda. Tengo una partida de trabajo avanzada. 

¿Cómo valoras la acogida del disco? 
No tenía muchas expectativas, porque después de tantos años no sabes muy bien qué terreno pisas. Intenté hacer un álbum lo más sencillo posible en todos los aspectos, por textos, sonido, etc; y ahí sí que pensé que podría ser más asequible de lo que fue el último proyecto nuestro: Lliso fue una apuesta arriesgada y lo sabíamos, en ese sentido pensé que el disco se entendería y creo que se ha entendido. A nivel de críticas la respuesta ha sido excelente y estoy contentísima. Tenía curiosidad por ver si se entendía lo que escribía de esa manera, tal como yo quería expresarlo. Luego nunca había entrado a través deIinternet pero la gente ha sido super cariñosa, muchísima gente que ni te esperas que esté pendiente, porque tampoco hemos hecho tanto ruido. 


En este álbum escribes los textos por primera vez. Sorprende que te hayas estrenado tan tarde... 
No he escrito antes porque tenía siempre letras delante. Cuando no las he tenido, algunas sí que las hemos retocado entre los dos con Alfonso (Pérez, su marido y letrista en Esclarecidos), pero nunca había sentido esa necesidad porque tenía unas letras que me gustaba cantar y me identificaba con ellas. En esta ocasión ocurrieron varias cosas, y la forma que yo decidí volver a sacarme a la música me gustó que fuera la más simple, con los menos compromisos y la menos gente a mi alrededor que dependiera de si yo daba el paso o no, porque me costó hasta el último momento aceptar que volvía, ante mí misma, ¿eh?, no ante los demás, y entonces noté que era el momento perfecto para escribir porque también me daba mucha más libertad el poder alejarme de todo, coger mi guitarra, contar mis cosas y con absoluta independencia. Después, en una segunda parte, ya necesité la ayuda de Suso (Saiz) y de todos los que han intervenido, que fue importante, porque yo por mí sola no habría podido, ya que soy muy mala para tocar la guitarra, aunque sí me sirvió para componer canciones. Básicamente el motivo era ese, el no depender de nadie y poder tomar mis decisiones en solitario. 

¿Nunca antes habías estado tentada a escribir letras? 
Nunca, nunca se me había ocurrido. Sí es cierto que había pensado que me gustaría escribir un libro, pero realmente no tengo esa formación ni dispongo de ese tiempo, aunque es algo que me llama la atención. Luego empecé a pensar que por qué no intentarlo, empecé a escribir de forma completamente libre mis pensamientos y reflexiones, recogiendo de aquí y de allá, completando… Algunas eran ideas muy claras que quería expresar y plasmar, cosas en las que pienso y me hacen elucubrar un poquito, y de una manera muy concreta y muy sencilla, al igual que el sonido. Quería que esto fuera algo pequeño. 

Tras esta elipsis de 14 años en los que has estado completamente aislada del mundo de la música, han pasado muchas cosas a nivel de industria y entorno. ¿Cómo has vivido todos estos cambios al regresar? 
Es complicado, pero tengo la suerte de tener a Alfonso al lado, que me ha asesorado muchísimo. Del mismo modo que quería hacer mis canciones con mi sonido, quería mantener una independencia absoluta. No me veo en la situación de firmar un contrato por tantos discos, prometerme a N años o funcionar de esa manera, pero sabía que este disco lo quería sacar ya. Luego, claro, necesitas dinero para afrontar el proyecto y ahí sí me ayudó muchísimo Warner y Warner Chappell que son realmente quienes me han financiado. Y aunque quisiera firmar un contrato probablemente tampoco me lo habrían firmado porque no es el mejor momento para ello. Por otro lado, te das cuenta de que el mundo ha cambiado de tal manera… cuando yo dejé de cantar no había ordenadores, muy poca gente tenía uno en su casa, porque yo durante un montón de años estuve haciendo páginas web y formatos digitales para un montón de cosas y no todo el mundo tenía. Ahora hay cantidad de gente que no necesita una discográfica porque ni siquiera plasma físicamente su disco, lo vende a través de toda la tela de araña gigante que es internet y en ese sentido es todo nuevo y muy sorprendente. También va muy bien a la hora de grabar, ya que antes tenías que reunirte físicamente todo el tiempo. Yo creo que todo esto te ayuda a trabajar y por otro lado te permite una independencia enorme. 

¿Sabes cuántos discos has vendido? 
No tengo ni idea. Sé que han sido más de mil pero no creo que hayan llegado a los dos mil. Que está muy bien porque realmente no he hecho mucho ruido y la mayoría de la gente no sabe quién soy ni de dónde vengo ni a dónde voy. A ver ahora si con los conciertos avanzamos un poquito más. 


En estos años que te dedicaste al mundo web, creo que hiciste unas rutas del Románico. 
Sí, fue apasionante. Fue una suerte, se lo ofrecí a una empresa que se dedica a esto, me abrieron la puerta, me recibieron y llegué a formar parte del equipo que hacía páginas web relacionadas con el ocio y la cultura, tenían una galería de arte en la red, la primera que hubo… Eran un montón de proyectos apasionantes pero aquello no cuajó porque era excesivamente prematuro de alguna manera. La verdad es que viajar por esos mundos recónditos en una maravilla, España es impresionantemente bonita, hay pueblos que ni te imaginas que existen.

A pesar de todo, supongo que no te aislarías completamente de la música al vivir con Alfonso, que además es uno de los altos directovos de Warner. 
Es imposible. Alfonso es un comprador compulsivo, sigue comprando discos a troche y moche. Ahora hemos conseguido reorganizar todo y es un follón porque hay casi más discos no escuchados que escuchados. Nosotros somos de los que nos sentamos y escuchamos el disco, y yo además curioseo mucho en Spotify, me hablan de un grupo y quiero saber cómo suena y a quién se parece. El acto ese de aislarte y escuchar lo seguimos haciendo, por suerte. 

¿Vuestros hijos son musiqueros también? 
Sí lo son y además es genial, porque además no deberían comprar discos, con todos los que tienen en casa, que habrá 15.000 o más, pero sí lo hacen, que es algo que me sorprende. Y son curiosos, además, buscan. Les gusta, ya lo creo. 


Teniendo en cuenta la tendencia retrománica que está por doquier, ¿ha habido ofertas para reunir a Esclarecidos? 
Nos han preguntado muchísimas veces. Ofertas en firme ninguna: yo creo que nos dieron por perdidos, pero la cuestión es que yo creo que Esclarecidos... Tengo la sensación de que no volverá a reunirse. Sencillamente porque todos han ido avanzando en sus vidas y llenándolas de un montón de cosas ajenas a la música, y por complicaciones, que ya somos talluditos todos. No queda mucho tiempo libre. Nuestra forma de trabajar era de dos días por semana quedar, ensayar, componer… Todo eso ahora mismo lo veo complicado, y en parte el haber hecho mi propio disco de modo independiente ha sido también por eso. 

¿Hasta qué punto Esclarecidos ha sido tratado de forma justa, para bien o para mal, incluso entendido? 
A ver, yo creo que a nosotros nos trataron siempre de maravilla, y también con el retintín de “estos niñatos que no viven de esto” se ha malinterpretado, porque creo que éramos más serios que otros muchos que sí vivían de esto. Pero también tengo la sensación de que nosotros nunca hemos creado escuela, no entiendo por qué. Quizá tampoco fuimos un grupo rompedor en cuestión de ventas y todo eso lógicamente repercute a la hora de que te conozca la gente y de que seas una referencia para alguien cuando hace música. Dicen que sí, Julio Ruiz me decía en la radio: “Es que no tienes ni idea, hay una cantidad de grupos en la cantera que os adoran...”, pero a mí a lo mejor no me llegan las referencias de todos. 

Puede que haya bastantes grupos jóvenes que os escuchan, pero yo no conozco a ninguno que suene como vosotros
Es que sonar como nosotros... (ríe). Nosotros tocábamos muy mal los instrumentos, practicábamos porque no sabíamos. Empezamos rifándonos los instrumentos, y cada uno tocaba el que le tocó. Luego sí nos reunimos con gente que formó parte puntualmente de Esclarecidos, buenísima, artistas fantásticos que sí eran profesionales y tocaban de cine. Pero nuestros directos, no sé si tú te acuerdas, siempre decían las críticas que por qué sonábamos tan mal. Era realmente difícil sonar peor que Esclarecidos. 

¿Cómo valoras la trayectoria del grupo y, en especial, su disolución. Personalmente, "Dragón negro" y "La fuerza de los débiles" me parecen vuestros dos mejores discos, vuestra inspiración iba en ascenso. 
Me alegro muchísimo de que me digas esto. "Dragón negro" era más redondo y más sencillo. A mí me gusta porque, escuchamos poquito los discos de Esclarecidos, pero ahora que he tenido que remover para ver qué canciones elegir y demás, lo que me doy cuenta es de que sí tuvimos una evolución, éramos conscientes de que queríamos aprender, que estábamos abiertos a todo, pero llegamos a un punto en que no todos compartíamos esa evolución. "La fuerza de los débiles" es un disco muy polémico para nosotros, por su sonido, y también nos pilló un poco cansados porque nos costó componer, nos costó reunir 12 canciones, y de hecho las últimas prácticamente las acabamos en el estudio con Suso. Parte de nosotros estábamos muy interesados en toda esa parte de investigación, incluso con el sonido, el ruidismo, los loops... toda esa parte más de máquina que no habíamos explotado en absoluto. Y eso creó muchas fricciones lógicamente. "La fuerza de los débiles" no te creas que es el disco que firmarían todos los Esclarecidos, su disco ideal. 

Se podría decir que ahí se formó la escisión de la que salió Lliso.  
Yo creo que sí. Fue una consecuencia lógica. No todos los que estábamos convencidos de que aquel era un camino interesante para profundizar en él acabamos formando parte de Lliso pero los que sí seguimos adelante lo teníamos bastante claro. Sin embargo Lliso quedó ahí aparcado, fue un proyecto absolutamente incomprendido. No era fácil, lo reconozco, lo sabíamos y lo asumíamos pero no tanto como para llegar a pensar que nos habíamos vuelto majaras. 

¿No continuó por falta de feedback con el público o por hartazgo vuestro? 
Lliso fue un proyecto en realidad más fructífero y más largo, no tanto en el tiempo como por la obra que creamos. Con Esclarecidos sacábamos un disco cada dos años y con Lliso editamos no sé si cuatro EP’s y un LP entero. Tenemos ahí bastante discografía, lo que pasa es que no se llegó a conocer, porque los pequeñitos que salieron antes del álbum no sé hasta qué punto se comercializaban. Los tiene muy poquita gente. Terminó yo creo que por mezcla de todo, por una parte había muy poca respuesta y por otro yo estaba en una situación familiar personal que requería mucho más tiempo del que le estaba dedicando. De una manera un poco inconsciente, un poco en el aire, sí me fui retirando. Suso siguió porque es su vida y su profesión, tanto desde el punto de vista de artista ejecutante como de productor. 

¿Llegasteis a tocar en directo? 
Sí, aunque muy poquito. Hicimos sólo tres conciertos, para mí impresionantes. Mucho más arriesgados aún que el disco. Íbamos Tino di Geraldo, Suso y yo. Me parece recordar que tocamos en Salamanca, Barcelona y Madrid y fueron unos conciertos muy intensos. Llevábamos una parte pregrabada muy importante y fue como una revolución, como una montaña rusa. Nunca he sentido tanto vértigo encima de un escenario como en aquellos conciertos. Tengo un recuerdo fantástico. Eso debió ser en el año 98. 

O sea, hace 16.  
(Risas) Mira que lo tengo muy asumido, pero impresiona. Me dan pequeños ataques de ansiedad a veces cuando lo pienso, me digo “pero qué estoy haciendo”. 

¿Habrá más conciertos después de estos tres? 
Si salen más sí lo haremos. Lo difícil era organizar unos ensayos y un repertorio que funcionara, darle un sonido. A partir de aquí ya es mucho más fácil. Es cuestión de que coincidan las fechas y de que sea viable, pero yo creo que todos estamos deseando tocar. 

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