lunes, noviembre 30, 2009

"Buscando a Eric", de Ken Loach. Capra en Old Trafford.

Un poco como homenaje a aquello que dijera Eric Cantona en una rueda de prensa sobre las gaviotas que siguen al barco, comenzaré mi reseña con un chiste que leí el otro día en Twitter: "-¿Qué hace un gallego en un estadio vacío a medianoche? -Está viendo el juego de las estrellas".

Bueno, pretendía ser un chiste, pero al final a su autor le salió una figura poética increíble. A mí un estadio vacío a medianoche me recuerda inmediatamente a una secuencia mítica de "En bandeja de plata" de Billy Wilder. Y en un Old Trafford vacío, tumbado en la hierba y contemplando las estrellas del firmamento porque no tiene dinero para pagar una entrada para ver a las estrellas que nos venden los medios me imagino también al protagonista de "Buscando a Eric".

En principio, choca la reivindicación del fútbol que hace un director de militarismo tan claro en favor de la lucha de clases como es Loach. El héroe de la película Eric Cantona, es pintado como un ídolo casi sobrehumano (aunque de forma bastante jocosa, él es el primero en reírse de sí mismo en un papel a medias entre la genuflexión y la caricatura) y prácticamente como un salvador de la clase obrera cuanto todos sabemos en realidad que, en una hipotética lucha de clases, el futbolista de élite sería uno de los principales enemigos a exterminar. Aquí, sin embargo, se evita la referencia a la condición de multimillonario de Cantona y sus sucesores actuales en el Manchester United y se celebra el espectáculo deportivo como opio del pueblo y elemento de cohesión grupal en sentido positivo.

Me hacía mucha más gracia
aquella escena de "Kes" donde los chavales se ponían a jugar haciendo que eran el United que esta especie de hagiografía de, vale, un personaje singular pero, finalmente, un héroe-icono con toda la presunta alienación que eso puede provocar sobre "la gente común". Vale que es sintomático que fuese el propio Cantona quien contactó con Loach para darle la idea de la peli (ya es hartamente elocuente que le llamase a él y no a, yo qué sé, Spielberg), que él fue siempre un futbolista contracorriente y que su función en la peli es más que curiosa.

Volviendo a jugar con lo de "el opio del pueblo", Eric Cantona es algo así como un recurso de autoayuda para que el Eric protagonista, un cartero aproximadamente cincuentón lleno de marrones en su vida y con la autoestima por los suelos, se encuentre a sí mismo. Entonces, cada vez que se fuma un canuto, Cantona se le aparece como Humphrey Bogart a Woody Allen en "Sueños de un seductor" (o como un amigo imaginario, tal cual Hobbes lo es para Calvin) y le da consejos filosófico-vitales bastante curiosos.

Quitando esta licencia con la que, por primera vez en su larga trayectoria, Loach suspende el realismo, al final nos encontramos con una comedia moral de buenas intenciones que no aporta nada con respecto a la historia que el británico nos lleva contando una y otra vez (aderezada con una sub-trama de amor que, bueno). Es estimable, una vez más, lo sensible que es Paul Laverty a la hora de detectar la problemática de clase y los símbolos del descontento de hoy en día (marcado aquí por cierta idea del conflicto generacional) y labra una secuencia mítica con una venganza con caretas y bates de beisbol que parece un reverso paródico del vídeo de "Come To Daddy" de Aphex Twin. No obstante, al final nos encontramos con una peli bondadosa y una moraleja clara y meridiana: solo no puedes, con amigos sí.

Canción del día:
"That's When I Reach For My Revolver" (Mission Of Burma)

Frase del día: "Quiero ser entendido en Cannes, pero también por mis padres" (Fatih Akin)

sábado, noviembre 28, 2009

Otra entrevista a The Wave Pictures

Igual que hay grupos a los que tienes la oportunidad de ver dos veces en un año (o más), con algunos incluso te ofrecen entrevistarlos también dos veces en apenas seis meses y para el mismo medio. Después de la de abril, esta vez me encontré con la banda al completo en los camerinos de Expocoruña, donde tocaron a finales de septiembre en el Daisy Market. Ayer se publicó en La Luna de Metrópoli. Aquí, un extracto de algunas de las cosas que me contó David Tatterstall.

-Definitivamente, va más gente a vernos en España que en nuestro país. No sabemos por qué es así, ha sucedido de forma muy natural. La primera vez vinimos con Darren Hayman, que nos llevó de gira con él. Luego volvimos, hicimos un tour por nosotros mismos, salió nuestro disco anterior con muy buenas críticas. Parece mucho más difícil para la gente en Inglaterra que sea capaz de pensar por sí misma de ese modo, que les gustemos sin mucho hype ni nada de eso.


-Siempre es difícil saber qué cosas van a acabar siendo útiles para tu música y cuáles no, o decir cuáles de esas cosas las descubres para ti mismo y cuáles para lo que estás haciendo. Realmente me encanta la música española de guitarra, especialmente Manitas de Plata, de Andalucía, el disco de Veneno.. pero no voy a hacer algo tipo Paul Simon, de llevarnos a músicos flamencos a tocar en nuestro próximo álbum. Seguiremos haciéndolos como los estamos haciendo. Al final todo está influido por el rock and roll norteamericano e inglés, es la tradición en que nos movemos.

-Bruce Springsteen no es uno de mis artistas favoritos, aunque lo fue cuando era joven. La intención del proyecto “Bruce Springsteen Tribute” era ver si algún sello estaba preparado para hacerlo. Realmente nos gusta trabajar, grabar, tocar… en un mundo ideal podríamos hacer un disco cada mes, pero el problema es que no hay demanda del mercado. Lo de Bruce Springsteen fue simplemente una oportunidad para tocar y grabar algunas canciones que nos gustaban, fue divertido. A John Jarvis, del sello Where Its At Is Where You Are le gustó la idea de distribuir 300 copias de lo que fuera en un 7” compartido con Darren Hayman y regalar un álbum dentro. Bruce Springsteen no es un favorito absoluto, pero me gusta mucho.

-Cuando Franic y yo empezamos a tocar hacíamos muchas canciones de Jonathan Richman, pero también de Dire Straits que aprendimos en un libro de acordes de sus grandes éxitos. También los Rolling Stones. Los discos de Jonathan Richman me encorajinaron a escribir mis propias canciones y cantar.

-Me encanta tocar con Darren Hayman, ha compuesto grandes canciones, es amigo, y es un placer y un privilegio tocar con él. Lo mismo sucede con Stanley Brinks, pero no hay mucha gente así.

-Creo que empieza a hacerse necesario que hagamos un disco más similar a nuestro show en vivo. Ahora me doy cuenta de que hay una discrepancia entre ambas cosas y que los directos son más fieles a nosotros mismos que las grabaciones. (Reflexionan entre ellos) Supongo que los solos largos de guitarra y los momentos más ruidosos son más para el directo, y cuando lo grabas es normal que lo acortes.
-(Jonny Helm) Franic y David se pasan mucho tiempo pensando en la producción, pero cuando tocamos juntos ante un público excitado eso es muy divertido y te lleva a seguir tocando así, es algo muy natural. Cuando grabas no hay nadie mirándote, es una forma diferente de hacer música.

-¿Qué Jesús Llorente dice que si fuésemos bordes y nos drogásemos seríamos súper estrellas? Creo que hay un elemento de verdad en lo que dice. Hay muchos artistas que se comportan siempre en el escenario con una pose extremadamente seria y vistiendo ropa ridícula, muy pomposos, actúan literalmente delante de la gente. Nosotros no sabemos hacerlo, hemos ido a la universidad, somos un poco más listos, somos majos y agradables, que me parece algo tan importante tanto si estás en una banda como para tu vida en general. Creo que a veces el público no se toma la música tan en serio como si actuásemos como una banda de rock and roll, es el precio de no chutarnos heroína o actuar en el escenario como Iggy Pop, pero es que a mí eso no me sale: solo soy un ser humano normal (risas de los otros). A veces cuando estamos en el backstage de un festival y vemos a la gente caminando por ahí como cacatúas, con pelos ridículos y ropa con la que no podrían ir a ningún sitio que no fuera estar en una banda, nadie les daría trabajo a esta gente.

-Escribo mucho y mantengo muchas canciones pereparadas para tener un amplio repertorio de directo, es algo muy importante para mí.

-Las cosas que me inspiran, que me llevan a escribir canciones son las canciones de otra gente, además de películas, libros, más que algo que tome directamente de la vida real. Suele ser otro arte el que me incita a escribir cosas. ¿La última vez que me ha sucedido? He estado viendo varias películas de John Cassavettes, como “Shadows”. No me ha inspirado de una forma directa ni obvia, pero viéndole hablar en los extras del dvd, por ejemplo, me incitó a escribir, tampoco es que quisiera hacer algo parecido a eso, pero sí hacer algo, funciona así. Nada que ver con las historias de sus películas ni su vida. Pero en las canciones no encontrarías nada por lo que las pudieses relacionar de ningún modo con ello. Igual que hoy, íbamos escuchando a The Mountain Goats en el coche y también me ha dado ganas de componer algo: simplemente las cosas buenas te incitan a querer hacer otras cosas buenas, aunque eso no se relacione estilísticamente, igual que escuchar a Dire Straits nos incitó a tocar juntos. Cada vez que escucho una buena canción me da ganas de componer.

-Cuando nadie nos escuchaba simplemente queríamos seguir haciéndolo porque sí, porque nos gustaba y nos divertía. Es muy fácil crear cosas cuando nadie te presta atención, e incluso es probable que ese sea tu mejor material, porque lo haces por la mejor razón. Otra más sincera: antes también hacíamos otras cosas al mismo tiempo, estábamos en la universidad y hasta que terminamos no pudimos dedicarnos a la música a tiempo completo. No hemos sido unos artistas luchadores en ese sentido, sino que éramos chavales universitarios con una banda, como cientos. Ahora vivimos de la música desde hace seis meses, aunque Johnny todavía trabaja.

-Yo haré un álbum en solitario para vender en los conciertos, Franic y yo también tenemos un proyecto en solitario, nueve canciones con un violinista, mandolina y guitarra acústica, un álbum muy triste. También habrá un álbum de Wave Pictures el año que viene, diez nuevas canciones que estamos tocando en directo en estos conciertos más que las de “If You Leave It Alone”, saldrá solo en vinilo y descarga, esperamos que en marzo.

Lo mejor de la década, según Heineken.es

Especial completo, aquí

Canción del día:
"My Girls" (Animal Collective)

Frase del día: "¿Puede el cine cambiar el mundo? Espero que no, porque la mayor parte del que se hace es de derechas" (Ken Loach)

jueves, noviembre 19, 2009

Last Dance

"Ha sido un placer… ¡hasta siempre!

Tal y como anunció ayer FIB Heineken en comunicado de prensa, nos desvinculamos definitivamente de él. Motivo por el cual os hacemos llegar esta carta a modo de despedida.

Han sido 15 años dedicados a poner en marcha y desarrollar un proyecto que comenzó como un sueño y que poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los festivales de referencia dentro y fuera de nuestras fronteras, superando todas nuestras expectativas. Experiencias de todo tipo, positivas y adversas, han jalonado un camino no siempre fácil de seguir pero estimulante y lleno de nuevos retos, en el que hemos contado con la compañía adecuada: un equipo humano al que agradecemos todos sus esfuerzos en pos de los objetivos que nos hemos ido marcando.

No obstante, ha llegado el momento de comenzar una nueva etapa en la que, a buen seguro, nos involucraremos en nuevos proyectos que estarán relacionados, de una u otra forma, con la gestión cultural.

Desde aquí, queremos agradecer el apoyo prestado a todos los que nos han ayudado a hacer realidad el Festival Internacional de Benicàssim, y especialmente al Ayuntamiento de la ciudad, a la Diputación de Castellón y a la Generalitat Valenciana; a los distintos patrocinadores que han confiado en nosotros todos estos años, especialmente a Heineken; a los proveedores como Sold Out, a los medios de comunicación; y muy especialmente a los asistentes, a los grupos y a Luis Calvo y Joako Ezpeleta. Le deseamos al Festival la mejor de las suertes para las ediciones venideras”

José Luis y Miguel Morán

Canción del día:
"Come Saturday" (The Pains Of Being Pure At Heart)

Frase del día: "Una de las cosas más feas de morirse es que Oliver Stone puede hacer una película sobre tu vida" (Fran Gayo)

sábado, noviembre 14, 2009

"Celda 211", de Daniel Monzón. In the mood for hate.

Peliculón, sin apenas paliativos (o si los hay, los perdono). Basándose en la novela de Francisco Pérez Gandul, Daniel Monzón y el co-guionista Jorge Guerricaechevarría han construido una tragedia carcelaria capaz de mantener en vilo al espectador y, al tiempo, incitarle a pensar. A partir de la situación de un funcionario de prisiones novato que se ve encenrrado sin querer junto a los reclusos más peligrosos en el momento en que estalla un motín, la historia se va desarrollando a ritmo de thriller sin que ésta deje de ser una mera excusa para contar otras cosas.

La más evidente es la crítica al sistema penitenciario, plasmada sin el esteticismo de las pelis carcelarias de Hollywood: la violencia que se describe es realista y visceral, una violencia real como respuesta lógica a la violencia estructural del sistema. También, el drama personal del protagonista (ayudado por una manipulación emocional extrema reflejada en el personaje de su esposa embarazada y en diversos flashbacks de su vida anterior), su historia de amistad con el recluso Malamadre (yo también opino que es la mejor interpretación del gran Luis Tosar) y, sobre todo, la transformación psicológica con la que se nos va llevando al espectador paralelamente a la de Calzones, el funcionario infiltrado a su pesar, que irá descubriendo cómo la visión de las cosas varía según la situación en que te encuentres y, bueno, otro tipo de aspectos que prefiero no desvelar.

Brillan en "Celda 211" todas las interpretaciones (además del soberbio Tosar y un contenido Antonio Resines, el convincente desconocido Alberto Ammann y secundarios de lujo como Luis Zahera, Vicente Romero o Carlos Bardem). Brilla también el trepidante ritmo narrativo, que no deja respiro. Y un comentario social que, como bien dice el director, no se define por los gestos o por los discursos sino por la propia acción de los acontecimientos. La visión de la clase política (con la hábil introducción de tres presos etarras por enmedio) es tanto o más demoledora que la de su retrato de las estructuras de poder en el mundo penal.

La peli te engancha de tal manera que incluso te lleva a perdonar algunas licencias históricas o de guión un tanto cantosas. Por ejemplo, si se ambienta en la España de Felipe González, entonces no había teléfonos móviles; y si lo es en la España actual, no estaría mal meter a algún recluso del Este de Europa. La otra, el excesivo esquematismo del personaje de Resines, cuya hijoputez es tan exageradamente grotesca que le lleva a hacer cosas tan poco creíbles como quitarse el traje y la corbata y vestirse de antidisturbios para salir a dar hostias.

Al final, ignoro si era su cometido, pero te acabas cagando tanto en todo, tanto te subleva la película, que sales a la calle con ganas de quemar contenedores.

Canción del día:
"Death Bells" (Soulsavers)

Frase del día: "Nadie podría vivir con quien dijera siempre la verdad" (Mark Twain)

jueves, noviembre 12, 2009

"El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella. Cadenas perpetuas.

En toda su filmografía argentina -incluso en obras menores como "Luna de Avellaneda"-Juan José Campanella se ha confirmado como uno de los más hábiles manipuladores de la emoción dentro del lenguaje cinematográfico. Sin que eso se deba leer como algo peyorativo; se puede manipular bien o mal, con gusto o sin él, moral o inmoralmente, y el autor de "El hijo de la novia" suele normalmente salir bien parado. Guiones que enganchan, buenos diálogos, personajes bien perfilados y Ricardo Darín como actor fetiche permanentemente solvente son los recursos que hacen tener siempre ganas de ver una peli de Campanella, garantías de que no has perdido el tiempo ni el dinero.

Pero, de todas ellas, (y eso que "El hijo de la novia" también me gustó bastante) es "El secreto de sus ojos" la que muestra mayores cotas de excelencia, la perfección de su estilo. En su narración de una obsesión que contiene otras obsesiones, contada en flashbacks y que abarca 25 años, parte de una estructura de historia de intriga aderezándola continuamente con romanticismo, humor e incluso una muy tangencial y sutil crónica política sin que nada de ello quede forzado.

Cierto es que hay algunos detalles a nivel de guión poco creíbles (ignoro si en la novela original existían también) y también algún tópico almibarado en la historia de amor (¿realmente era necesaria otra escena de chica-corriendo-detrás-de-un-tren-y-manos-que-se-tocan-tras-el-cristal?), pero todo eso se perdona al convivir tan de cerca con la extrema dureza de la historia principal: la búsqueda del violador y asesino de una joven y la relación que se entabla con un hombre destrozado, el novio de ella; todo ello en el entorno de la dictadura argentina.

Visualmente, me ha sorprendido mucho una secuencia, la que se desarrolla en el estadio de fútbol, cuyo ritmo y audacia visual se contrapone completamente al tono general de la película, filmada de modo absolutamente clásico. Y a sabiendas de que el mayor festín para los espectadores va a ser el constante intercambio de miradas, silencios y palabras que no parecen importantes pero lo son muchísimo entre Darín y Soledad Villaamil, que redefinen con una extraña naturalidad los tópicos de parejas de detectives a su pesar en una constante tensión romántica no resuelta. Nos hipnotizan y, una vez más, nos llevan a su redil por la vía de la emoción.

Gran película.

Canción del día:
"All For The Best" (Thom Yorke)

Frase del día: "La fama es el castigo que Dios manda a los artistas" (Alejandro Sanz)

martes, noviembre 10, 2009

"El Imaginario del Doctor Parnassus", de Terry Gilliam. Recuperando la genialidad.

Aunque se esté recibiendo con cierto escepticismo, la nueva película de Terry Gilliam recupera los mejores elementos del más inspirado ex Monty Python y juega con ellos para deslumbrar con un crisol de referentes que, sin ser ninguno del todo novedoso, sí te vuelven a ilusionar de nuevo.

Y el ilusionismo es, precisamente, el arte que el cineasta vuelve a practicar con la máxima pericia desde el momento en que nos muestra un carromato de atracción de feria como de hace dos siglos a la puerta de un pub londinense lleno de borrachos para invitarnos a pasar al otro lado del espejo. La reconocible exuberancia visual de Gilliam alcanza aquí nuevas cotas (los efectos digitales y los colores están tan sobrecargados que, por momentos, parece que los personajes se cuelan en una peli de animación), con incluso influencias dalinianas en muchos momentos. Mientras, en el lado "real" del espejo nos muestra los contrastes entre un Londres lleno de riqueza y modernidad y otro más lumpen.

Pese a cierta tendencia moralista (que, en realidad, lo que hace es afinar los enlaces con las tramas de las fábulas clásicas), no falta en "Doctor Parnassus" el humor negro y el punto retorcido de las mejores obras de Gilliam, que nos va conduciendo gradualmente hacia una confusa parábola sobre Tony Blair (!!?). La crítica social no se queda sólo ahí, ya que hay también un ácido comentario sobre los vínculos entre el pijerío británico y el buenrrollismo benéfico de foto de portada (siempre con niños incluidos, claro), las mafias rusas y la violencia/ control policial; todo ello siempre en un entorno esperpéntico, reutilizando el surrealismo como arma de subversión y de incitación al pensamiento.

Otro de los grandes logros del film es su hábil reescritura del guión debido al fallecimiento de Heath Ledger. El hecho de reconvertirlo en un personaje polimórfico que, sucesivamente, se convierte en Johnny Depp, Colin Farrell y Jude Law aumenta la sensación de absurdo, aunque la interpretación de Ledger (gran pérdida, porque iba camino de convertirse en un actor superlativo) es bastante superior a los cameos del trío de sustitutos. No obstante, hay otro trío que es el que ayuda a engrandecer la peli: Christopher Plummer, encarnando a Parnassus en una de las mejores interpretaciones de su larga carrera; Tom Waits, tan propio en su papel de Diablo que parece que sea el Diablo interpretando a Tom Waits; y el descubrimiento de Lily Cole como nueva musa del fantástico (será la Alicia del "Phantasmagoria" de Marilyn Manson), con esa belleza absolutamente paranormal.

En fin, una gozada completa y la mejor película de Terry Gilliam desde "El rey pescador". O sea, su feliz recuperación tras casi veinte años dando tumbos.

Canción del día:
"Crystalised" (The XX)

Frase del día: "Tus piernas deberían estar colgadas en el Museo del Jamón" (Pablo Motos a Shakira)

domingo, noviembre 08, 2009

El Patachim, según Xabier R. Blanco

Artículo en Xornal de Galicia

Canción del día:
"El amante de fuego" (Mecano)

Frase del día: "En España es difícil ser mujer" (Victoria Beckham)

viernes, noviembre 06, 2009

Entrevista a Andy Fletcher (Depeche Mode)

Cuatro años después de la mítica (al menos para mí) entrevista que le hiciese a Dave Gahan, he vuelto a tener otra con un miembro de Depeche Mode. Como prueba de que, paralelamente a la evolución de la crisis musical, los privilegios han bajado, ésta vez fue a su miembro menos relevante y no media hora en persona en un hotel parisino como en aquel caso, sino 15 minutos por teléfono. Hoy sale publicada íntegra en La Luna de Metrópoli. Recomendable también el "flashback" conciertil que ha escrito el compañero Lenin.

Canción del día:
"Programa en espiral" (Aviador Dro)

Frase del día: "Yo no soy un hombre, soy Eric Cantona" (Eric Cantona)

martes, noviembre 03, 2009

Entrevista a Joe Crepúsculo

Este viernes se publicó en Metrópoli la entrevista que le hice a Joe Crepúsculo a finales de septiembre, cuando estuvo en Coruña, tocando en el festival Daisy Market. El concierto fue bastante olvidable, pero guardo un buen recuerdo de esa agradable tarde junto a los ventanales del Playa en compañía de Crepus, Sergio de Thelemáticos (el co-productor del disco y su acompañante en directo) y el factótum del sello Discoteca Océano y compañero en el periodismo, Félix Ruiz. Esto fue parte de lo que deparó:

¿Por qué se titula "Chill out" el nuevo disco?
Es un título que hace referencia a su estilo, es un disco oscuro que va como por debajo de los otros en cuestión de contenidos. Quería darle un sentido como de enfriamiento, como de esas perversiones que hacen con el chill out, que es como hacer análisis de cadáveres como el que hacen con el Hotel California, como de una forma muy esperpéntica. Muy acertada o no, mi idea era darle esa intención.

¿Como de desfigurar las canciones?
Las canciones siguen siendo similares, lo que quería era deformar la forma. Supercrepus era más de cara al sol, y éste tiene más cristales y espejos.

En tu myspace te defines como trovador tecno, pero este disco es más orgánico, más complejo instrumentalmente, ¿no?
Es una evolución, querer hacer cosas diferentes e ir cambiando. La proporción de temas tecno sigue siendo parecida, hay como tres canciones de cada diez. Me apetecía grabarlo con baterías, hacer un cambio, que sonara mejor todo.

¿Cómo vais a llevarlo al directo?
Ahora Sergio y yo tenemos que ponernos las pilas, reformaremos todo el repertorio y tendremos que darnos de cabeza, porque queremos mantener el mismo formato y ver qué nos apetece tocar del nuevo y cómo.

Me sorprenden esas guitarras aflamencadas o con punto de rock urbano o que recuerdan a, no sé, Joaquín Sabina, sin complejos. Es algo que en la escena indie va a levantar sarpullidos.
Es que lo del indie, es que yo no soy indie, no tengo nada que ver, ni lo escuchaba en su momento ni ahora, así que lo que diga la gente del indie me da igual. A mí me gustan Dire Straits, Pink Floyd con David Gilmour, aunque a Sergio le dé por el culo.
(Sergio) A mí no me gusta, de hecho ese tipo de guitarras es lo que más odio del mundo, pero ahí están… están ahí, y no sé si son dolorosas para el corazón de alguien… están ahí para bien y para mal, no sé.
(Crepus) Si les duele a los indies mejor cuanto más les duela, a ver si así dejan de escuchar lo que oyen.
(Sergio)Me mola lo del rollo Sabina, esa comparación ya me parece extrema (risas)

Pero la voz sigue teniendo como ese punto amateur, descuidado, ¿no?, me recuerda a cuando pusieron a cantar al propio Sabina en plan como era él en "19 días y 500 noches"
Ah, ¿sí?, pues yo pensaba que sonaba mejor y que está mejor cantado. Creo que ahí estás equivocado. De hecho, suena mejor porque está grabado con micros mejores. Y cantado… igual está un poco más susurrado, pero al final yo creo que afino un poco mejor que los anteriores. No voy a cantar nunca como Frank Sinatra, pero dentro de mí hay cosas, no espero cantar como un ángel.

Entonces no hay un descuido premeditado.
En este disco no lo ha habido. En los otros igual por cómo sucedió, era producción mía, pero ahora queríamos sonar bien y creo que lo hemos conseguido. Otra cosa es la voz, pero es que si no canto bien..., es mi forma de cantar e intento utilizarla como una herramienta lo mejor que puedo.

¿Eres más directo ahora en lo que quieres comunicar?
Yo creo que no he cambiado demasiado. No ha pasado tanto tiempo desde el primer disco. Hay algunas canciones trascendentales, otras menos, me sigue costando hacer letras, así que más o menos estoy igual.

En tus canciones percibo una filosofía de la vida muy vitalista e inocente
Vitalista sí pero, ¿por qué inocente? Es más bien práctico, útil.

¿Te gusta que tu música tenga un alcance popular y que las canciones lleguen directas a la gente?
Sí, muchos estribillos los he hecho pensando en que los cante mucha gente en un bar como "Diridi daradá" o "Momentos bestias", que me parece también un poco desagradable ver a mucha gente cantarlas en un sitio, y por eso me gustaba, verle ese punto. Simples algunas sí, otras no tanto. "Suena brillante" no es simple porque no sé ni yo lo que quiero decir. Normalmente me gusta tenerlo claro, incluso cuando pongo espejos, diversas perspectivas, me gusta que esté todo cerrado o a punto de cerrarse, como hacía Píndaro, el poeta griego, que partía de lo concreto, luego hacía como una especie así y eso siempre funciona, que le des vueltas y acabes en otra cosa. No sé si lo he conseguido o no, pero es lo que me mola.

A "Diriri Darara" o "Ritmó mágico" les veo un aire de verbena rave, de garito playero, en plan "Ritmo de la noche"
Sí, ilusión me hace. En una verbena bailando, si atravesamos esa barrera estaríamos en un buen punto.

Otras tienen un rollo más de canción romántica intemporal, de karaoke
Ya, es que me gustan mucho los karaokes. Cuando empezamos las giras quería ir a los karaokes de todas las ciudades. Me gustaba ver qué canciones les gustaban a la gente y cuáles cantaban. Éste es un disco hecho para un karaoke, tiene esa base, es lo que más me apetecía hacer, como Julio Iglesias (Sergio habla entonces de Eros Ramazzotti y discute con Joe, dice que no se fijó en lo que dice "Si bastasen un par de canciones" hasta que lo vio en un karaoke y que la letra presupone que esa canción contiene dos buenas canciones y entonces ambos se descojonan de lo pretencioso de la idea)

Con el "Supercrepus" hablabas de que, frente a objetivización del primer disco, buscabas una temática sentimental no necesariamente autobiográfica para acercarte más al oyente. ¿Sigues con esa idea?
Ésta es la cara oscura del "Supercrepus, la del espejo convexo", la misma visión subjetiva pero puesta a la sombra, una visión oscura y esperpéntica con formas raras. “Si no te beso”, por ejemplo, habla de un amor así como un inocentón pero en realidad habla del primer amor, del tipo que está completamente zumbado y que sabe que si no ve a la chica se va a volver loco. Eso es esperpéntico, por ese desagradable de que te falta la persona y te quieres morir porque te falta todo. Luego “Noche eterna” y “Cárcel de amor” son cosas desagradables todas. Y “Ritmo mágico” también, es una despedida, porque habla muy bien del ritmo pero también de cuando no venga. La única que no es oscurilla es “Todo lo bello es gratis”, que es una punta de lanza de la tienda de campaña del chill out, porque si no se cae todo.

Después de dos discos en un año, en éste has tardado más. ¿Costaba más que salieran las ideas?
En verdad he ido lento porque me ha costado más. "Supercrepus" se hizo en un periodo de tiempo muy corto porque todas las canciones que me salían eran buenas y no quise quitar ninguna. En este sin embargo me ha costado mucho, he recortado, no lo veía tan claro, había cosas que tuve que preguntar a un consejo de sabios que me ayudó un poco. Cada vez lo vas pensando más, o no lo sé. Cuando tenía mi trabajo llegaba a casa y me ponía a hacer, ahora me cuesta más.

¿Hay conflictos con Tarántula?
Van yendo guay las cosas, cada uno va a su manera y no hay problema. ¿Te ha molado el disco?

Sí, sí. Volviendo al tuyo, ¿hay muchas referencias ocultas como aquellas de Dire Straits o San Agustín de los anteriores?
Hay algunas pero no te las voy a decir porque no quiero que me ataquen. Bueno, te lo voy a decir pero no lo pongas: -XXXXXX- está en casi todas, es secreto, que luego vienen los de las pinzas y me las ponen en el culo

¿Quién es el coro de feligreses que canta en "Momentos bestias"?
Es así, un coro que cantaban cosas en plan “señores, la verdad” y luego se volvía rumba, algo muy bestia.
(Sergio) Justo grababa el coro allí, pero no lo digas tampoco por si lo leen.
(Crepus) Estábamos mezclando pensando en un coro góspel y nos dijeron que el domingo no podía ser porque venía un coro. Yo creía que no querían decir "momentos bestias" pero se rieron, les hizo gracia. Es como si vas a la playa y te pillas a quince personas para hacer un coro. Oye, ¿y a ti qué te parece el disco? ¿Tú eres indie de la vieja escuela?

Hombre, no sé si definirme así, pero...
Hostia, perdona lo que te dije antes, ¿son dolorosas las guitarras?

Qué va, si a mí me gusta que me rompan los esquemas
La de "Didriri Darara" mola porque metes una guitarra rock haciendo el riff en medio de un tema tecno y suena muy californiano, como de heavy metal, como zz top en los 80.Esos discos son buenos, ¿eh?, el "After Burner"...

¿Cuáles son tus grupos favoritos?
A mí me mola mucho Kiko Veneno, Bob Dylan, Fleetwood Mac, Supertramp, Dire Straits… lo que no entiendo es que cuando lo decía parecía que me estaba burlando de la gente, pero a mí me molan, tienen temazos superbuenos. No entiendo ese desprecio que ha tenido según qué sectores, parece que estaba prohibido que te molara eso, sólo te podía molar Joy Division y Sonic Youth.

Tengo la teoría de que perteneces a una nueva escena barcelonesa sin complejos ni preocupación por el qué dirán, libre en cuanto a la estética, los referentes, que se autoedita…, todo eso frente a una generación de los 90 que, en efecto, parecía que no podía salirse de esos cánones de Sonic Youth y tal, y de la que David Beef se ha enganchado a vosotros...
Yo no veo ruptura porque nunca he estado en eso ni me ha gustado. Lo de Tarántula la verdad es que Dani y Eneko tuvieron una forma de ver las cosas que se anticipaba a todo lo que vendría después. No sé si eso se dice mucho, pero fueron de los primeros en hacer eso. David parece que siempre está ahí, como si fuera el espíritu de la música, además de gran colega. Hostia, David es super guapo, a mí me mola mucho.
A ver si va bien la cosa, hacemos un nuevo orden y retiramos a muchos y les damos una patada en el culo

¿Qué importancia le das al número 1 de Rockdelux en tu carrera?
Eso ha sido esencial. Yo no estaría donde estoy ni habría tocado donde toqué ni estaría viviendo de la música si no fuera por eso. A partir de ahí me pudo conocer mucha gente. Si en lugar de eso hubiese sido número 50 todos sería muy diferente ahora. Yo siempre he visto muy raro lo de lo mejor del año, eso de hacer una jerarquía es una degeneración del espíritu de ganadores, y me da un poco de miedo que la música dependa tanto de eso. Si yo ahora estoy viviendo de esto, estoy muy agradecido, pero me da un poco de cosita tener que depender de que venga un pavo y te ponga en el 83 o en el 15. También supongo que influye que Supercrepus entró en el momento adecuado, RDL llevaba tiempo dándoles el número 1 a gente clásica, e igual de sacar el disco unos meses antes o después seguro que no habría salido. Eso es lo que da miedo de la música como forma de vida. “Esto es el número 15”, es cartesianismo puro”.

Pues para terminar ese clásico, ¿proyectos más inmediatos?
No sé, yo no quiero parar de hacer cosas, y no me voy a contentar con ir tirando, quiero ir a más siempre, cambiar, evolucionar y a ver si le damos forma a este asunto. A ver.

Canción del día:
"Last Dance" (The Raveonettes)

Frases del día: "No hago telebasura, sino neorrealismo televisivo"/ "Desde que me dieron el Ondas no paro de llorar" (Jorge Javier Vázquez)