He conseguido sobrevivir a una mañana plagada de entrevistas telefónicas (Marylin Manson, The Go-Betweens y Turbonegro, no es coña), pero no es de eso de lo que me apetece hablar hoy. Hay un tema que tengo guardado desde hace siete días y ahora que estoy más relajado, creo que es el momento.
The Delgados, uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos y el mejor grupo de pop de los últimos diez años, ha confirmado su disolución. El último concierto que vi de ellos, en el Playa Club en diciembre del pasado año, acabó por ser su último concierto en Europa. Dieron alguno en Japón y Australia algo después, aunque ya a a sabiendas de que la banda no iba a continuar. El día del Playa recuerdo que Pablo, mánager de Nadadora, me comentó que hablando con uno de sus músicos de directo, éste le había comentado que el grupo se iba a separar, pero yo preferí no creérmelo y pensar que es que Pablo estaba tan ciego y el escocés de estos tíos era tan poco inteligible que en realidad no era lo que creyó entender.
La decisión, según dicen ellos en el comunicado oficial, fue tomada después de que su bajista, Stewart Henderson, les anunció que dejaba el grupo. Ellos dijeron que o seguían los cuatro miembros originales o la banda se deshacía. De todos modos, ya han anunciado que tanto Emma Pollock como Alun Woodward (sus dos cantantes y compositores) iniciarán proyectos en solitario y que además esperan editar un disco con sus sesiones para la BBC. Hasta ahora su último álbum ha sido un directo que vendían en su gira (yo me lo compré en Coruña) y en su página web.
Bautizados así en homenaje al gran Perico Delgado -imposible que fueran malos, sobre todo teniendo en cuenta cómo le robó la Vuelta a España del 85 a su compatriota Robert Millar-, la banda se formó en Glasgow a mediados de los 90. Al principio se les metió en el mismo circuito de bandas jóvenes de noise-pop comandada por los también magníficos Urusei Yatsura. Pero fue a partir del 98, con el álbum "Peloton" cuando empezaron a desmarcarse y practicar un pop más calmado, entre campestre y orquestal, a medio camino entre Fairport Convention y Belle And Sebastian pero con mucha personalidad propia.
Con "The Great Eastern" y "Hate", ambos producidos por Dave Fridmann, el mago de la nueva psicodelia de Mercury Rev y Flaming Lips, los Delgados terminan de conformar su trilogía mayor. Son dos discos sencillamente apabullantes, con letras que desarman y un muro de sonido que nunca desvía la atención sobre los aspectos más íntimos de las canciones. Dos trabajos realmente arrebatadores que obligan a jurarles amor eterno. Ya después llegó "Universal Audio", un disco bastante más irregular, de pop ecléctico y con menos pretensiones, aunque con temas como "Everybody Come Down" (pardiez, parece The Primitives), que ya por sí sólo justificaría su compra.
Los vi por primera vez estando en Londres, en un concierto en el festival Meltdown, en el Royal Festival Hall, junto a Sonic Youth y Spiritualized. Fueron los primeros en tocar y sólo recuerdo a gente pasando por delante mía para buscar su asiento (eran numerados y yo estaba muy atrás), pero su concierto me flipó. En la crónica para el fanzine Tingugi ya lo decía: aquella noche me demostró que SY y Spiritualized eran el pasado pero Delgados eran el futuro, lo mejor de aquella jornada.
Me los perdí en un par de festivales (Reading, el FIB del 2000), pero los pude volver a ver en Caracol (Madrid) presentando el "Great Eastern" ante ¡¡poquísima gente!! Recuerdo estar en primera fila junto a Rafa Skam y estar boquiabertos de principio a fin. Ya iban acompañados de una amplia sección de cuerdas y vientos y detrás llevaban una pantalla con la mujer mariposa de la portada. En el Primavera Sound del 2001 ya cerraban aquella gira y salieron con aquella misma formación en el que fue el mejor concierto del festival aquel año -apabullante de nuevo- por encima de Moldy Peaches y Le Tigre.
Ya con el "Hate", los vimos un domingo por la tarde en el Razzmatazz durante el primer Wintercase, César, Álvaro y yo, de nuevo con poquísima gente pero en otro show que no falló y, como siempre, regado por buen vino. Con ese disco los pude ver dos veces más: en el FIB (carpa super calurosa, concierto increiblemente bueno, sobre todo teniendo en cuenta que era el FIB, y yo solo rodeado de desconocidos flipándolo en primera fila) y en Caracol el otoño siguiente, el primer concierto en el que colé a Paula y con toda la panda de Madrid. La sala ya estaba abarrotada y el ambiente era tan tremendo que hasta un desconocido me ruló un porro.
Me perdí su último concierto en Madrid, con "Universal Audio" para ir a ver a Q And Not U, pero consciente de que los iba a ver a Coruña. Ahí fui a primera fila en lo que todavía recuerdo una de las noches más mágicas vividas en Coruña, con el fiestón de después en el Playa y Gonzalo Nadadora todo ciego yéndosele la pinza mientras pinchaba, y yo allí con Darkent y I.Tirita desfasando sin control.
Entrevisté al grupo dos veces en persona.La primera a Emma y la segunda a Alun. Moderadamente serios pero muy majos ambos. Buena gente.
El comunicado de despedida finaliza así: "Que nadie se sienta demasiado defraudado. Ejecutadlo de forma masiva, subid el estéreo y poned vuestros discos al máximo volumen". Por supuesto, así hice.
Canción del día: "The Light Before We Land" (The Delgados)
Frase del día: "Dear Mr. Bush, there are over 100 words for shit and only one for music.Fuck you, Out Hud" (título de una canción del grupo Out Hud).