De alguna extraña forma, me hago consciente de que mi trayectoria periodista ha crecido paralelamente a la trayectoria musical de Los Planetas. Mi primera entrevista para mi primer fanzine, "El vómito de las ninfas", se la hice precisamente a ellos cuando vinieron a tocar con el "Super 8" a Coruña, allá por 1995. Luego, cuando aterricé en Madrid, les entrevisté para Diario 16 con "Unidad de desplazamiento" en el 2000. Desde entonces, las entrevistas en esa sala con sillones y discos de platino en las oficinas de BMG se han convertido en una tradición cada vez que ellos sacaban un álbum (y casi siempre sin la presencia de J). El pasado martes 13 se volvió a repetir el encuentro: por la mañana con unos muy animados Florent y Eric (el compañero Lino Portela tiene muy jugosas anécdotas de la noche anterior), que luego extendí por la tarde con unas preguntas telefónicas a J. A continuación lo integro como si hubiese sido todo parte de la misma entrevista, que así queda todo mucho mejor. Es la transcripción completa de lo que se publicó ayer en La Luna de Metrópoli (para acceder al contenido en la web, por cierto, ahora hay que suscribirse).
¿Os sorprendió mucho la acogida de “La leyenda del espacio”?
(Eric) Sí, claro
(Florent) Hombre, está claro que ese disco por lo que ha supuesto fue una decisión no arriesgada pero sí importante, de recurrir o tomar el flamenco como fuente de donde beber. No dejó de ser Planetas y en aquel, como en el nuevo, lo que se escucha no es flamenco, sino canciones pop con guitarras, baterías y el concepto que tenemos nosotros de hacer música pero que indudablemente las referencias son novedosas.
(Eric) Es sorprendente porque en el público que nosotros teníamos yo apostaba que, si no al cien por cien, sí al 98, si odian algún tipo de música es el flamenco.
(Florent) Pero el contenido de los discos no es flamenco, no deja de ser pop o rock.
(J) Bueno, la verdad es que yo tenía confianza desde el principio. Creo que eso le podía gustar a la gente, que podía haber demanda de algo así entre el público más especializado. Desde luego que ha tenido mucho éxito y mucho reconocimiento, y eso siempre te sorprende para bien, claro.
Sin embargo, la única reseña negativa que recuerdo fue la que hizo en el Metrópoli el crítico de flamenco, lo que hace pensar que quizá los mayores prejuicios llegan desde el purismo flamenco que desde el indie. Resulta difícil pensar en un flamencólogo poniéndose a escuchar a Spacemen 3 para averiguar de qué va esto.
(Eric) Totalmente. Los indies es gente con más inquietudes, más curiosa y más abierta.
(Florent) Todo es respetable. Nosotros no pretendemos que alguien del flamenco entienda lo que hacemos.
(Eric) Ten en cuenta que hasta la gente del flamenco se meten con muchos flamencos porque meten un cajón flamenco en una canción, así que imagínate con nosotros.
(J) Hombre, son diferentes tipos de oyentes, claro. Los puristas flamencos son gente ya mayor, de otra generación, y no creo que tengan ganas de escuchar muchas cosas nuevas, sino de reivindicar lo que para ellos es importante. Nuestra intención nunca ha sido convencer a esa gente sino acercar a nuestro público a una tradición cultural que muchos nos perdemos muchas veces por diversas causas, pero la mayoría de las veces es también por prejuicio.
En general siempre habéis tenido buenas críticas desde el principio, generáis una especie de respeto casi intocable. ¿Echáis de menos más críticas negativas?, de las constructivas, me refiero, claro.
(Florent) Nada es tan luminoso como dices
(Eric) Mira el hijo de puta éste, el calvo del rockola que nos ponía a parir (risas)
(Florent) Siempre hay lo constructivo y lo destructivo, y a todo hay que sacarle el lado positivo, porque si te quedas con lo malo y te obcecas siempre te puede perjudicar. A la hora del directo, de las voces que no se escuchan, de “vale, cantáis en castellano pero no tenemos ni puta idea de lo que estáis cantando”… eso siempre ha estado ahí, y en vez de armarte y convencer a la gente de por qué y dar veinte mil explicaciones te relajas y dices: “No voy a luchar contigo, no tengo por qué explicarte el porqué, bastante está con lo que hacemos”. Quiero decir, no todo es como tú lo pintas, y los más críticos en mi caso son mis amigos, que tienen muchísima cultura musical, muchos prejuicios con el pop español y son los más ácidos con Los Planetas. Son imposibles de convencer porque son talibanes de la música, y con el tiempo me sorprende que “La leyenda del espacio” les llegue a gustar o de que ahora asimilen ese concepto. También te puedo decir que la música de Los Planetas, no sé por qué, si por las canciones o por la forma de exponer lo que haces, para la gente tiene un valor y lo transmite. Siempre ha estado todo muy observado, desde el primer disco hasta ahora.
¿Alguna crítica o comentario que os haya hecho replantearos cosas?
(Florent) Siempre se ha dado, no te podría decir ahora en qué momento, pero siempre hemos valorado las revistas especializadas, según quién sea el que firma, pero tampoco le damos más importancia de la que tiene.
(Eric) Tampoco leemos mucho las críticas, ¿eh? No estamos pendientes de todo lo que sale porque sino tendríamos que estar todo el día con la lupa puesta. Pero si pillas alguna crítica, por supuesto que la lees y le prestas atención.
(Florent) Depende mucho de quién esté sentado preguntando, según el tipo de entrevista.., hay gente más preparada y otra que ni siquiera ha escuchado el disco. Puede ser más canalla o más interesante.
No me refería tanto a lo periodístico, sino cosas que os diga alguien en quien confiéis: otro músico, un amigo…
(Florent) Yo ya te digo, mis mayores críticos son mis amigos, que tienen toda la confianza de decirte “te respeto y me encanta que vivas de esto, pero no me gusta lo que haces”.
(Eric) Lo que pasa es que si prestas atención a todo: unos ven una cosa, otros ven lo contrario, y si haces caso te vuelves loco.
(Florent) El fan desorbitado tampoco me vale, todo tan positivo. No sé, nosotros hacemos canciones, nos encanta crear y dar un sentido a nuestra vida que es hacer lo que te gusta y si eso trasciende a mucha más gente mejor.
¿Vuestro control de calidad es muy alto? Este álbum habéis tardado tres años y muchos de los temas ya habían sido publicados antes. Parece que las canciones os van saliendo con cuentagotas…
(Eric) Cuando has cogido canciones basadas en el flamenco y la armonía flamenca, lo que sucede es que son muy limitadas, tienen muy pocas notas. Cuando no estás utilizando la guitarra y el baile, que es lo que le da riqueza al flamenco, sino ruido, que es lo que sabemos hacer, pero con unas notas limitadas, la fuente se agota, entonces tienes que darle vueltas y vueltas hasta enriquecer la armonía, darle algo que se diferencie.
(Florent) Los procesos de creación de otros artistas no sé cómo serán pero, en nuestro caso, el hecho de tener nuestro propio estudio te da mucho margen, no tienes la presión de tener que grabar un disco en un mes.
(Eric) Claro, en ese espacio de tiempo también pueden pasar muchas cosas. Igual yo me cabreo con éste y no subimos a ensayar en siete meses, ¿sabes? No es que estemos tres años ahí metidos currando.
(Florent) Lo importante es el resultado final, lo que hace buenos esos tres años invertidos o malgastados.
(J) Éste ha sido un trabajo bastante intuitivo. Escuchas una canción que te gusta, se te queda en tu cabeza e intentas tú interpretarla a tu manera. Ha sido todo bastante natural. Se dilata en el tiempo porque no siempre se te queda esa melodía en la cabeza, necesitas tiempo para que esa canción se te quede dentro y luego poder sacarla hacia afuera. Una vez que las tienes asimiladas, es un trabajo muy fácil, está todo hecho. Sólo es cuestión de juntarse con los músicos y ver qué sale.
¿Cuál es la canción de la que estás más contento, J?
(J) Pues, no sé qué decirte… hay muchas. Me gusta mucho “La veleta”, por ejemplo, de la que estoy bastante contento. También “Señora de las alturas” y la colombiana, “Soy un pobre granaíno”.
¿Sois muy inseguros trabajando?
(Florent) No, más que inseguros somos exigentes, y a veces muy radicales en las ideas, somos muy hijos de puta en ese sentido. Nuestra visión de hacer las cosas es que la tercera toma, como mucho, es la válida. No somos de machacar mucho, tenemos instinto de decir que si no vemos enseguida que no funciona una idea no seguimos adelante.
(Eric) Lo que sí trabajamos mucho es las mezclas, les damos muchas vueltas, y ahí es donde invertimos más tiempo.
(Florent) Nuestros discos se graban en el instante, no hay un trabajo anterior de maquetas ni de ensayos. Tenemos una idea y la desarrollamos.
¿Discutís mucho en el estudio?
(Florent) Muchísimo
(Eric) Y fuera del estudio no discutimos porque no nos vemos
(Florent) Más que discutir, trabajamos mucho en el estudio. No somos funcionarios de la música, somos creadores.
¿Las mejores ideas surgen de la fricción?
(Florent) A mí me jodería mucho que alguien me dijera qué tengo que tocar. Todo surge y todo fluye y se queda en el instante.
(Eric) Pero es necesaria la presión, y aquí hay mucha, entre nosotros mismos.
(Florent) Supongo que cada uno se exige a uno mismo, no en el sentido de ser más novedoso o más moderno, sino de ver qué puede o debe aportar al conjunto de lo que está aportando el resto de gente. Y, ya te digo, no hay ninguna labor previa de preproducción, se cocina todo en el momento.
Se ha hablado mucho de vuestro giro al flamenco, pero en este álbum os lanzáis también al pop electrónico en dos temas, algo que no habíais hecho en toda vuestra trayectoria. ¿Por qué nunca antes y por qué ahora?
(Florent) Supongo que no se habían dado las circunstancias. Los sintetizadores y teclados siempre han estado ahí en Los Planetas, a veces con más protagonismo y a veces con menos. Ahora sí se dieron las circunstancias, cuando grabamos “Los poetas” y "La veleta", Eric no estaba en el estudio…
(Eric)… y pusieron una caja de ritmos.
O sea, que fueron accidentes.
(Florent) Sí, sí.
(Eric) Bueno, nos gustó como sonaba, quedaba muy bien con otra textura que no fuera la de la batería.
(Florent) Hacemos lo que nos place y lo que se nos ocurre, guste o no guste.
Tras “La leyenda del espacio” parece que en “Una ópera egipcia” ahondéis en la búsqueda de un lenguaje común. Algo que no es flamenco ni es noise-pop, sino una síntesis “planetaria” nueva. Además, la mayoría de los temas aparecen coacreditados como popular y de J o de Los Planetas al mismo tiempo, hasta el punto de que se puede llegar a confundir de dónde surge cada cosa…
(Florent) Es el momento que estamos viviendo ahora mismo, beber de fuentes populares y reinterpretarlas, darles una visión nuestra. Efectivamente, no dejamos de crear: aunque sean canciones del siglo XIX o lo que sea, si las escuchases tal como son originalmente, no tendrían nada que ver con lo que ves aquí.
(J) En el flamenco, cuando se pillan canciones populares se firman así, la canción es popular o tradicional y la interpretación es lo que tiene el valor artístico y creativo. Por eso las canciones son populares y son nuestras, es nuestra interpretación de esos temas. Pero, claro, tienen referencias de canción popular andaluza y también de rock, del rock and roll que nos gusta a nosotros de siempre, porque esto no elimina todo tu aprendizaje anterior, sino que todo se acumula.
Claro, un ejercicio muy interesante para el oyente sería comparar los originales, ver lo que queda de ellos y lo que habéis cambiado o aportado vosotros.
(Eric) Quizás lo que es popular es la melodía de esas canciones, mientras que el sonido es nuestro.
(Florent) Esa es la magia o la valentía, el riesgo que puedes asumir, pero tampoco se trata de colgarse medallas. En nuestro caso, por la forma de tocar y de hacer canciones ahora mismo nos reflejamos mucho en ese cancionero popular.
Es la convivencia entre dos tradiciones, ¿no? Por un lado está la flamenca y, por otro, la que vosotros mismos habéis construido en estos casi 20 años, el del Los Planetas es ya un cancionero popular.
(Florent) La mayoría de la gente no escucha a La Niña de Los Peines, Manolo Caracol o Antonio Mairena. Yo no lo escucho, pero la gracia es el por qué de esas canciones.
¿Y cuál es el por qué de esas canciones?
(Florent) Dar una visión, una forma de hacer música diferente a lo que veníamos haciendo.
(Eric) Cuando vives en Granada y miras a tu alrededor, puedes mirar a 3.000 kms a la redonda o a un kilómetro. Es una manera de reflejar el ambiente que tienes allí, no sé, la Alhambra, pero no de una manera cutre, con pandereta y el toro encima de la televisión, sino con otro concepto. Es un nuevo concepto folklórico del siglo XXI.
A la hora de hacer las letras, J., ¿cuánto has preservado de la tradición y cuánto hay de tu cosecha?
(J) Bueno, pues hay de todo. Por ejemplo, “La veleta” está tal cual la cantaba La Niña de los Peines en 1918, ¿sabes? No se cambió nada. “Señora de las alturas” se parece mucho a la original de Manuel Vallejo aunque se han cambiado algunos términos que estaban en un lenguaje un poco antiguo, esa canción es de los años 20 ó 30. Luego hay algunas que son composición mía entera. En esos casos, mi pretensión es que sea algo igual de clásico que lo clásico, si crees que lo he conseguido me siento halagado.
En el disco vuelve a colaborar Enrique Morente y ahora también La Bien Querida, y Antonio Arias. Como si Los Planetas cada vez se abriese más a un concepto de colectivo que va integrando a otra gente.
(Florent) Nosotros siempre estamos abiertos a que la gente que nos parece interesante, especial o algo que decir.
(Eric) Pero tampoco es nada premeditado. Probablemente estamos en el estudio y sube un afilador de cuchillos, y le decimos “coge la flauta y mete algo”.
(Florent) Eso mismo, el hombre de la flauta pasaba por allí…
(Eric) Pero ojalá no hubiera pasado. Odio la flauta.
(Florent) Las flautas y los saxos no los soporta. No puede con Supertramp.
(Eric) Yo Jethro Tull lo siento, pero las flautas son para metérselas por el culo a todos los flautistas. Nada, como J sabía que yo odio las flautas pues decidió meter una en el disco.
(Florent) Pero en realidad somos muy abiertos. En unos discos más, en otros menos, pero no hay problema de que la gente que colabore.
(Eric) Así hablamos con gente diferente, que no seamos siempre los mismos en el estudio.
(J) Ya antes habíamos grabado con Iranzu de La Buena Vida, lo hemos hecho otras veces con otros artistas. En este caso lo reclamaban las circunstancias. La que canta Enrique son unas seguidillas que es algo realmente muy difícil de cantar para un profano, y ahí su voz era fundamental. Lo de La Bien Querida son canciones pensadas para una voz femenina, y aprovechando que Ana es muy amiga nuestra y que ha hecho un disco increíble, pues qué mejor que llamarla, porque además canta súper bien. Y ya que estuvo allí para cantar “La veleta”, también hizo “No sé cómo te atreves”, que también es lo que pedía la canción.
Estaba pensada en un principio para Christina Rosenvinge, ¿no?
(J) Sí, sí, la verdad es que la escribí para que la hiciera ella e iba a venir a cantarla, pero la verdad es que cuando Ana cantó la otra, la pusimos también a cantar ésta y quedó muy bien. Daba pena borrar eso para grabarla de nuevo.
¿Qué vais a hacer en los directos con “La veleta” y “No sé cómo te atreves”?
(Florent) Estamos viendo qué va a pasar. O ponemos a J con faldas y un liguero o…
(Eric) Pero probablemente llevemos esos temas con otra textura diferente o algo.
(Florent) El día en que surja la posibilidad de que La Bien Querida pueda estar con nosotros en el escenario será fantástico, porque normalmente no se va a dar. Quizá no las toquemos mucho, pero no sabemos aún lo que va a pasar.
¿Cuál va a ser vuestra formación de directo? En varios conciertos estuvo Israel Medina, de Half Foot Outside, ¿va a seguir?
(Eric) No, porque él vive en Pamplona y le pilla bastante lejos, y nosotros somos muy de “sube esta tarde, que tenemos una cosa y queremos verla”, y luego en dos meses no hacemos nada. Es un tipo cojonudo y que toca maravillosamente bien, pero era muy jodido tenerle en esa situación. Entonces ahora está con nosotros Julián, que estaba en Lori Meyers. Hemos hecho un cambio: Miguel se ha ido con ellos y nosotros nos lo hemos traído a él.
¿Cómo tenéis planteado el directo?
(Florent) Empezaremos ahora con festivales y el minutaje se adaptará a esa historia. Tenemos que ver qué concepto, qué queremos decir, ya que el discurso ahí es diferente que cuando tocas en una sala y presentas el disco con un grupo invitado. Eso será ya en octubre, pero antes haremos una especie de ensaladilla rusa.
Debe ser todo un subidón desde el escenario ver la forma en que el público hace suyas vuestras canciones, ¿no? Ese odio con el que cantan a gritos “Segundo premio”, por ejemplo…
(J) Sí, nosotros siempre hemos intentado hacer música pop, tío, música popular. Que le llegue a un mayor número de gente posible, y siempre es una satisfacción comprobar que ha sido así, un placer. Era nuestra mayor intención y de eso podemos sentirnos orgullosos.
¿Qué tal fue la experiencia de tocar en el festival flamenco De Cajón, en el Palau de la Música de Barcelona?
(Eric) Fue cojonudo porque era nuestro ambiente, no había ni un flamenco. Bueno, sólo había dos japoneses que cuando vieron eso se quedaron acojonaos porque se metieron allí esperando ver a Farruquito, pero casi todo era público nuestro.
(Florent) Fue fantástico, por el sitio en sí, y luego porque el festival se abría a un grupo de rock como nosotros, y luego porque el set, que fue algo más de una hora, era exclusivamente de “La leyenda del espacio”, “Cuatro palos” y algunas del último, sin hits clásicos de Los Planetas. Ha sido nuestro concierto más singular, sin tocar “Segundo premio” ni “Un buen día”…
(Eric) Era curioso, porque en un concierto nuestro normal la gente está manifestándose todo el rato, dando voces o saltos, pero allí tienes que estar sentado y tienes que esperar a que acabe la canción para manifestarse. Es como cuando se pasó del cine mudo al sonoro, que había unos carteles que decían “por favor, cuando acabe aplauda con las manos”. No quiero decir que estos aplaudieran con las orejas, pero a mí me gustó mucho, fue una experiencia chula, otro formato.
(Florent) La reacción de la gente fue extraordinaria. Fueron dos días, estaba todo lleno, y notabas la emoción de empezar una canción con dos acordes y la gente aplaudir. Estabas tocando y se te ponía la carne de gallina.
(Eric) De esa manera la gente escucha más las canciones.
(Florent) Fue emocionante ver al final a la gente en pie, ovacionándonos
(Eric) Claro, la gente te ovaciona porque como no se puede fumar, están deseando a que termines para echarse el cigarro.
También estuvisteis en el SXSW en Austin…
(Florent) Aquello era como “No es país para viejos”
(Eric) Como “La casa de la pradera”
(Florent) Un país de catetos, decadente, la cultura ésta americana tan fantástica que tuvo su esplendor en el cine luego vas allí y ves que no es tan bonito.
(Eric) Es un buen negocio para el que hizo el festival, las bandas no cobramos, se ahorran todos los cachés y a la industria le cobra 700 dólares. Un negocio redondo.
(Florent) Supongo que para grupos que están empezando…
(Eric) No sirve ni para eso siquiera, porque allí no te ve nadie. 900 conciertos en bares, no te da tiempo, no sabes qué calle es cada cuál y encima si te interesa algo tienes que hacer cola porque sólo entran los cien primeros y no caben más. No sirve absolutamente para nada.
(Florent) Los conciertos son en bares y en carpas que ellos hacen, pero hay tal cantidad de bandas al mismo tiempo que al final dices: “Me quedo en el hotel, paso”.
Vosotros, ¿en qué tipo de local tocasteis y ante qué publico?
(Florent) Pues tocamos en la caseta del meneíllo, en la caseta de la CNT…
(Eric) Y en la segunda en una granja, había allí un tío de la SGAE haciendo una paella. Era dantesco. En el patio de mi casa, vamos, la gallina Caponata. Cualquier caseta de pueblo, que tocara El Koala cuando empezaba, pues.. ahí, ahí… eso exactamente. Y el público eran los de la SGAE: uno y el técnico.
(Florent) Si te encuentras de todo, gente que viene de Canadá y su puta madre…
(Eric) Pero luego no hay nadie. Sólo están viendo a Motorhead.
(Florent) No trasciende. Si tu objetivo es darte a conocer, hay mil formas mejores de hacerlo que esa.
(Eric) Es preferible tocar en la calle que en un garito.
(Florent) Yo creo que llamas más la atención meando en la calle, que te detienen, que tocando.
(Eric) Estaba lleno de sheriffs Lobo y de Chuck Norris.
(Florent) Que si beber una cerveza está prohibido, que si mear está prohibido, que si fumar no puedes…
Vamos, que el mercado anglosajón no os interesa.
(Eric). No… ni a ellos tampoco nosotros. Sabemos que es prácticamente imposible. En cambio en México tenemos aceptación y de puta madre. Entendemos que ahí sí…
(Florent) Sabemos que en EE UU hay mucho hispanoparlante, y es lo único que nos podría interesar, porque el público anglosajón es como el que oye llover, como si alguien te dice que en la India hay una cultura musical de la hostia pero la desconoces, dirán, “¿qué me estás contando de un grupo español?”, o lo que sea.
(Las respuestas a las tres últimas preguntas están constantemente acompañadas de carcajadas)
Canción del día: "Celestica" (Crystal Castles)
Frase del día: "Tan pronto como te des cuenta de que todo es una locura, todo adquirirá sentido" (Mark Twain)