"Fish Tank", de Andrea Arnold. Mirando hacia el horizonte con ira.

Hay muchas cosas en esta peli (segundo largo de la británica Andrea Arnold tras la ya prometedora "Red Road") que pueden parecer lugares comunes: realismo social en la periferia de Essex, angustia adolescente, drama a lo "kitchen sink"... y, sin embargo, es de esos films tan bien hechos que te agarran y no te sueltan.

Gran parte del mérito reside en cómo está interpretado el personaje central de Mia, una especie de Juani británica tratada con el máximo respeto y seriedad: ella ocupa casi todos los planos, mostrando todos sus grados de agresividad y vulnerabilidad como víctima de un entorno social y de unas circunstancias (hija de madre soltera y muy joven, por ejemplo) nunca dichas directamente. Estamos, pues, ante una película social que es mucho más de sensaciones que de tesis, con una importante presencia de lo elusivo y lo poético, y donde, por ejemplo, el sonido de la respiración o una yegua encadenada son tan importantes como el estado de las viviendas sociales. Está más cerca del Michael Winterbottom de "Wonderland" o de Shane Meadows que de un Ken Loach con quien se ha comparado a Arnold no muy adecuadamente.

Pero es mejor no explicar demasiado. Simplemente, dejarse llevar. Por cierto, celebrar también que el trailer de la peli es igualmente de sensaciones en contra de la tendencia predominante: no te intenta resumir la historia, simplemente encadena imágenes y sonidos para que, sin que sepas exactamente de qué va, te den ganas de verla. A mí me ha impactado y encantado.

Canción del día: "La señal" (Daddy Yankee)

Frase del día: "Nunca pensé que iba a ganar el Oscar, y menos cuando la política y los gays se metieron por medio" (Mickey Rourke)