Pelis

"Un profeta" (Jacques Audiard)
Tan sólo la introducción de fugas oníricas o sobrenaturales -cosa a la que no le veo demasiada explicación- ensombrecen una peli, por lo demás, perfecta. Lo mejor, la violenta crudeza con la que retrata el micromundo de las cárceles y el vigor con el que narra la socialización y ascenso en las estructuras del hampa del protagonista, también la forma en que se tejen los juegos de poderes. Entre el realismo social, el género negro y el "thriller" de mafiosos. Entre "Gomorra" y "Uno de los nuestros".

"Un hombre soltero" (Tom Ford)
La acusación de que parece más un editorial de moda que una película es tan obvia y facilona como la de tildar a las pelis de Isabel Coixet de anuncios de compresas. Lo cual no quita que sea cierto. En cualquier caso, no creo que sea ese su mayor problema: el debut del modisto tras la cámara es una cosa pretenciosa e irritante, con una supuesta carga de profundidad existencial (un tipo que no puede afrontar la muerte de su novio) que no pasa de un estupendismo teatrero. Hasta Julianne Moore está para matarla, que ya es decir.

"O segredo da Frouxeira" (Xosé Abad)
Vivimos en una pseudo-democracia construida a partir de la mentira. En un país de mierda estructurado a través del engaño, el cainismo, el atropello y la mezquindad. ¿Es posible adoptar una postura neutra sobre la Guerra Civil, sostener que ambos bandos cometieron atrocidades, cuando en realidad se atentó por la fuerza contra un Estado legalmente constituido y luego se sometió al pueblo a 40 años de represión fascista? ¿Es moral y mentalmente sano hacer tabla rasa sobre eso tal como, se supone, implica el respeto al Espíritu de la Transición? ¿Puede haber una reconciliación si se siguen silenciando todos los crímenes cometidos? ¿Por qué el franquismo sigue impune por una especie de pacto nacional en el que sigue habiendo vencedores y vencidos? ¿Es psicológica y democráticamente admisible que no haya una vergüenza nacional como la que sí existe en la Alemania post-nazi, que los culpables no se sientan culpables y que medallas y efigies conmemorativas sigan recordándonos que ellos fueron los Héroes de la Patria? ¿Por qué se utiliza la palabra "reabrir heridas" cuando éstas nunca han sido cerradas?
Este modesto documental gallego muestra una pequeña parte de la historia para hacernos reflexionar sobre un todo que, si uno lo mira con detenimiento, es aberrante. A partir de testimonios familiares, se habla sobre el asesinato de un alcalde progresista de Ferrolterra -acusado de insurrección por los propios insurrectos- y a quienes le escondieron, previa delación de sus vecinos y con el orgullo de sus verdugos (elegantemente mantenidos en el anonimato). Ése es sólo el punto de partida para hablar de cómo ese suceso afectó para siempre a sus familias, del saqueo y el descrédito al que siguieron siempre sometidas y de ese principio político que tanto sigue utilizando ahora mismo la derecha supuestamente democrática: una mentira repetida muchas veces termina siendo percibida como verdad. "O segredo da Frouxeira" es, sí, un documental unidireccional, de buenos y malos; y de intenciones muy claras a la hora de reivindicar y hacer ver la justicia y la necesidad de una Ley de Memoria Histórica. Yo no veo otra forma de abordarlo que no sea esa.

Canción del día: "Bandera blanca" (Triángulo de Amor Bizarro)

Frase del día: "Por menos de un millón de dólares no me levanto del sofá" (David Coverdale)