miércoles, mayo 28, 2008

"Antes que el diablo sepa que has muerto", de Sydney Lumet/ "La familia Savage", de Tamara Jenkins. Dos caras de la disfunción.

Hay, en principio, tres puntos en común en estas dos pelis que coinciden por los pelos en la cartelera. La más evidente es la presencia en ambas de Philip Seymour Hoffman, probablemente el mejor actor estadounidense del momento. En ambas también, comparte protagonismo con su hermano/ hermana y tiene que lidiar con un padre chungo que le jodió la vida y es el responsable de que se haya convertido en un cuarentón lleno de problemas. El tercer punto de encuentro es que, en ambos casos, el guión está escrito por mujeres: Tamara Jenkins y la debutante Kelly Masterson. Sin embargo, los acercamientos que hacen ambos filmes al ya sobadísimo género de las familias disfuncionales son radicalmente diferentes.

"Antes que el diablo sepa que has muerto" oculta, en un principio, que se trate de un drama familiar de tintes shakesperianos y lo disimula con una trama de cine negro/ policial de tinte misántropo y pesimista: todo sale mal, todos los personajes están condenados al sufrimiento, no hay redención posible. La relación entre Hoffman y su hermano (Ethan Hawke, de un histriónico insoportable) es similar a la del serial "Hombre rico, hombre pobre", con una mujer de por medio (Marisa Tomei, más carnal que nunca) que no contribuye precisamente a que las cosas mejoren. Apoyada por una narración no lineal, al estilo "Reservoir Dogs", y un estilo seco, la joven Masterson ofrece a Sydney Lumet una cuasi obra maestra (Hawke lo evita), justo cuando su tocayo Pollack le ha otorgado el puesto de último superviviente de una generación y una forma de hacer cine.

"Los Savages" entronca más con lo que son ya ciertos clichés del cine indie: drama-comedia familiar de tono negro y un tanto esperpéntico. No en vano, uno de los productores ejecutivos es Alexander Payne. Hay cierta similitud con su cine, también (aunque bastante menos) con Wes Anderson y, un poco más, con el Noah Baumbach de "Una historia de Brooklyn". En la historia de dos hermanos cuarentones (esta vez a Hoffman le da la réplica la siempre estupenda Laura Linney) forzados a encontrarse para cuidar de su padre enfermo se apuntan ideas. Son, también, dos personajes de vida estropeada, pero la visión de Tamara Jenkins es bondadosa:busca salvarlos porque son buena gente y sólo quieren comportarse de un modo en que no la caguen más.

El tema es que se apuntan bastantes cosas, pero ninguna de ellas se termina de explicar bien: no sabemos por qué ambos personajes llegaron a su situación actual, qué pasó con su madre o por qué decidieron dedicarse a la vida intelectual. De hecho, lo más interesante que se sugiere es por qué dos personas inteligentes y cultivadas, a las que sólo les va bien (o medio bien) su vida profesional pero son un puto desastre en otros terrenos personales, se las arreglan para afrontar una situación familiar delicada. Luego hay ciertos guiños a la cultura del espectador, con referencias al teatro brechtiano (Hoffman es experto en él y se sugiere que ve la vida con la misma distancia y renuncia a la emotividad) y la perspectiva más emocional de Linney. En realidad, es algo que está tan metido con calzador como lo del experto en Proust de "Pequeña Miss Sunshine". Película con cosas estimables y otras fallidas cuya mayor baza es, sin duda, la pareja protagonista, pero que aporta pocas cosas relevantes al género.

Canción del día: "Lights Out For Darker Skies" (British Sea Power)
http://www.youtube.com/watch?v=MyTiPsaqmto

Frase del día:
"Las mujeres están utilizando su sexualidad como un elemento de construcción de su personalidad y eso les hace superiores. De hecho, consideran que la relación con el hombre no es un fin, sino un instrumento para transformar la relación que tienen consigo mismas" (Alain Touraine)










martes, mayo 27, 2008

"Elegy", de Isabel Coixet. Inteligencia emocional.

En una de sus columnas en el "Dominical", Isabel Coixet reflexionaba sobre lo extraño que le parecía que la gente saliese tan rápidamente de las salas de cine tan pronto emergían los títulos de crédito. A ella, decía, le costaba su tiempo terminar de aterrizar, tenía que quedarse un tiempo más en la oscuridad de la sala e incluso, cuando la peli era buena, seguía dándole vueltas en la calle, preguntándose qué sucedería después del último fundido en negro, cómo habría continuado la vida de esos personajes.

Eso es exactamente lo que me ha sucedido con su película "Elegy". La evanescencia de su último plano me causó una sensación muy similar también al de "Al otro lado", plagado de sensaciones y de interrogantes, planteando qué habría tras el horizonte.

Aún yendo en contra de la opinión general dentro de una amplia corriente de... denominémosle "la cultura alternativa", aprecio mucho el cine de Isabel Coixet. Presiento que parte del prejuicio en contra de ella se debe a la imagen que ella ofrece, a cierto engolamiento en el uso del lenguaje (literario y visual) y, sobre todo, al típico sambenito de los anuncios de compresas, a qué huelen las nubes, etc. Todo eso distrae bastante sobre la extrema dureza de lo que cuenta: recuerdo pocos contenidos existencialmente tan demoledores como los presentados en "Mi vida sin mí" o "La vida secreta de las palabras" (cuyo complemento en forma de documental, "Viaje al corazón de la tortura", debería ser definitivo para disipar dudas a quien todavía considere su cine como la traslación visual de Facto Delafé y Las Flores Azules).

Lo mejor de "Elegy" (para mí, de largo, su mejor film, el más atinado, el más veraz y el más emocionante) es que empieza a poner freno a ese artificio visual. Aún existe, hay obviedad en ciertas metáforas (el metrónomo, las hojas que caen), pero son ahora algo más secundarias. Mantiene la estética publicitaria pero también le saca partido positivo: es más contenida, más sutil, más delicada. Es difícil no rendirse ante el plano de espaldas de un hombre derrotado, ante un cristal empañado por gotas de lluvia, mientras suena la música de Erik Satie (aunque reconozco que para muchos pueda suponer el culmen de la horterada, cuestión de gustos).

Probablemente, se ha hablado mucho de esto, a Philiph Roth le habría gustado más un tratamiento más descarnado, más duro, más en la onda del Patrice Chereau de "Intimidad", pero entonces sería otra película. Isabel Coixet ha hecho la suya y ha vertido sobre la historia original las mejores virtudes que estaban en sus manos. Supongo que el retrato de personajes y las connotaciones de fondo que hay en la historia ya estaban perfectamente perfiladas en la novela original (que no he leído), pero tanto la catalana como el guionista Nicholas Meyer contribuyen a que la peli respire como ente autónomo.

Algo común que veo en todo el cine de Coixet es la inteligencia emocional que desprende: pequeñas/ grandes preguntas a las que es difícil encontrar respuestas, retrato de situaciones complejas pero de cotidianidad visible, a las que cualquier persona normal puede enfrentarse en algún momento de su vida. Unas historias de apariencia mucho menos árida pero con el calado final que podría tener un Bergman, un Cassavettes o un Antonioni. Se consolida, además, en "Elegy", como experta en la dirección de actores: consigue sacar lo mejor no sólo de Ben Kingsley sino incluso de una Penélope Cruz que generalmente me suele parecer repelente y aquí está que se sale. Los primeros planos, las miradas, los gestos, son tratados con convicción y credibilidad. Y luego está otra característica que no falla en sus pelis: la forma en que utiliza los objetos. Ese peine con los pelos de ella que él sostiene derrotado ante la ausencia y que, al mismo tiempo, presagia algo que él jamás se imaginará que va a suceder. O una pelota de squash que corre por el suelo como la lágrima de quien se encuentra solo, añorando la compañía de su mejor amigo.

El paso del tiempo, lo efímero de la belleza, la degradación y la decadencia, la enfermedad... son temas que me obsesionan especialmente pero que pocas veces son tratados en el cine con el tino necesario. Lo mismo sucede con otros de los asuntos que trata la peli: las relaciones intergeneracionales, la responsabilidad, el egoísmo o, en fin, en qué consiste la madurez. Pocas veces, en resumen, he visto tan bien representada la fragilidad de la existencia como en los ojos de ese viejo profesor cuyo cuerpo se arruga mientras su mente sigue siendo la de un adolescente caprichoso enamorado hasta los tuétanos de una mujer 30 años menor.

Por cierto, probablemente lloverá en el Primavera Sound.

Canción del día: "Titanic Vandalism" (The Go! Team)
http://www.youtube.com/watch?v=jfeEnCgUGoY

Frase del día: "No puedo aceptar que mi disco no esté entre los 30 más vendidos en España. ¿En qué se equivocaron ustedes?" (Andrés Calamaro)


lunes, mayo 26, 2008

Disco del mes. "Let The Blind Lead Those Who Can See But Cannot Feel", de Atlas Sound

Gracias a un comentario en este blog de mi amiga Krach (quien también fue quien me habló por primera vez de Crystal Castles o El Guincho, entre otros muchos, poniendo el dedo en la llaga de mi constante "losing my edge"), descubrí a este grupo que, en realidad, es el proyecto en solitario de Bradford Cox, más conocido como vocalista de los más convencionales (es un decir) Deerhunter.

Cox -por cierto, con adn original de Athens (Georgia), garantía de genialidad musical- es una controvertida figura en el actual undeground norteamericano: no ha tenido pelos en la lengua al airear que es gay, virgen, sufrió de abusos en la infancia y además padece el Síndrome de Marfan (un extraño desorden genético). Parte de esto se aireó hace como un año en su blog: deerhunterband.blogspot.com.

Pese a su extrema confesionalidad, la música que hace en su proyecto más personal poco tiene que ver, por ejemplo, con la extrema brutalidad de Xiu Xiu (por cierto, impresionante concierto el sábado en el Neu!). Cox es de esos artistas torturados que, en lugar de hacernos partícipes de su sufrimiento, lo que busca es la catarsis mediante la belleza. Precedido por un EP también de maravilloso título ("How I Escaped The Prison Of Fractales"), el álbum de debut de Atlas Sound es toda una exhibición de paisajismo ambiental y onírico, entre la electrónica de habitación, el noise y el shoegaze. que comienza con la voz de un niño (¿cuánto apostamos a que el propio Cox en una grabación de infancia?) narrando una historia de fantasmas antes de que entren el ruido y un balsámico temazo titulado "Recent Bedroom". Entre la nebulosa, uno parece divisar a los niños de "Matar a un ruiseñor" merodeando por la casa de Boo Radley.

Está todo el disco impregnado de una melancolía lisérgica que acuna y conmueve, incita a vivir y a sacar lo mejor de uno mismo al tiempo que exorciza traumas y pensamientos destinados a quedar ocultos entre las rejas del subconsciente. Un álbum, por cierto, editado inicialmente por el sello Kranky y reeditado con un segundo CD extra (con grabaciones de electrónica ambiental más abstracta) por unos 4AD que todavía aspiran a ser relevantes.

Me daría con un canto en los dientes si lo próximo que grabase My Bloody Valentine fuese sólo la mitad de bueno que esto. Por cierto: tanto Atlas Sound -que, en directo, parece que apuestan por una perspectiva más orgánica-como Deerhunter estarán esta semana en mi festival favorito. Se presagia un gran Primavera.

Canción del día: "Quarantined" (Atlas Sound)
http://www.youtube.com/watch?v=6FfSq-Sx_qU

Frase del día: "El único paraíso perdido lo llevamos debajo de la ropa" (Francisco Umbral)

Famosos avistados: Amaral (Plaza de Ópera)




jueves, mayo 22, 2008

El discurso de Bruce Springsteen en el funeral de Danny Federici

(Disculpen que no lo traduzca)

Let me start with the stories.

Back in the days of miracles, the frontier days when "Mad Dog" Lopez and his temper struck fear into the band, small club owners, innocent civilians and all women, children and small animals.

Back in the days when you could still sign your life away on the hood of a parked car in New York City.

Back shortly after a young red-headed accordionist struck gold on the Ted Mack Amateur Hour and he and his mama were sent to Switzerland to show them how it's really done.

Back before beach bums were featured on the cover of Time magazine.

I'm talking about back when the E Street Band was a communist organization! My pal, quiet, shy Dan Federici, was a one-man creator of some of the hairiest circumstances of our 40 year career... And that wasn't easy to do. He had "Mad Dog" Lopez to compete with.... Danny just outlasted him.

Maybe it was the "police riot" in Middletown, New Jersey. A show we were doing to raise bail money for "Mad Log" Lopez who was in jail in Richmond, Virginia, for having an altercation with police officers who we'd aggravated by playing too long. Danny allegedly knocked over our huge Marshall stacks on some of Middletown's finest who had rushed the stage because we broke the law by...playing too long.

As I stood there watching, several police officers crawled out from underneath the speaker cabinets and rushed away to seek medical attention. Another nice young officer stood in front of me onstage waving his nightstick, poking and calling me nasty names. I looked over to see Danny with a beefy police officer pulling on one arm while Flo Federici, his first wife, pulled on the other, assisting her man in resisting arrest.

A kid leapt from the audience onto the stage, momentarily distracting the beefy officer with the insults of the day. Forever thereafter, "Phantom" Dan Federici slipped into the crowd and disappeared.

A warrant out for his arrest and one month on the lam later, he still hadn't been brought to justice. We hid him in various places but now we had a problem. We had a show coming at Monmouth College. We needed the money and we had to do the gig. We tried a replacement but it didn't work out. So Danny, to all of our admiration, stepped up and said he'd risk his freedom, take the chance and play.

Show night. 2,000 screaming fans in the Monmouth College gym. We had it worked out so Danny would not appear onstage until the moment we started playing. We figured the police who were there to arrest him wouldn't do so onstage during the show and risk starting another riot.

Let me set the scene for you. Danny is hiding, hunkered down in the backseat of a car in the parking lot. At five minutes to eight, our scheduled start time, I go out to whisk him in. I tap on the window.

"Danny, come on, it's time."

I hear back, "I'm not going."

Me: "What do you mean you're not going?"

Danny: "The cops are on the roof of the gym. I've seen them and they're going to nail me the minute I step out of this car."

As I open the door, I realize that Danny has been smoking a little something and had grown rather paranoid. I said, "Dan, there are no cops on the roof."

He says, "Yes, I saw them, I tell you. I'm not coming in."

So I used a procedure I'd call on often over the next forty years in dealing with my old pal's concerns. I threatened him...and cajoled. Finally, out he came. Across the parking lot and into the gym we swept for a rapturous concert during which we laughed like thieves at our excellent dodge of the local cops.

At the end of the evening, during the last song, I pulled the entire crowd up onto the stage and Danny slipped into the audience and out the front door. Once again, "Phantom" Dan had made his exit. (I still get the occasional card from the old Chief of Police of Middletown wishing us well. Our histories are forever intertwined.) And that, my friends, was only the beginning.

There was the time Danny quit the band during a rough period at Max's Kansas City, explaining to me that he was leaving to fix televisions. I asked him to think about that and come back later.

Or Danny, in the band rental car, bouncing off several parked cars after a night of entertainment, smashing out the windshield with his head but saved from severe injury by the huge hard cowboy hat he bought in Texas on our last Western swing.

Or Danny, leaving a large marijuana plant on the front seat of his car in a tow away zone. The car was promptly towed. He said, "Bruce, I'm going to go down and report that it was stolen." I said, "I'm not sure that's a good idea."

Down he went and straight into the slammer without passing go.

Or Danny, the only member of the E Street Band to be physically thrown out of the Stone Pony. Considering all the money we made them, that wasn't easy to do.

Or Danny receiving and surviving a "cautionary assault" from an enraged but restrained "Big Man" Clarence Clemons while they were living together and Danny finally drove the "Big Man" over the big top.

Or Danny assisting me in removing my foot from his stereo speaker after being the only band member ever to drive me into a violent rage.

And through it all, Danny played his beautiful, soulful B3 organ for me and our love grew. And continued to grow. Life is funny like that. He was my homeboy, and great, and for that you make considerations... And he was much more tolerant of my failures than I was of his.

When Danny wasn't causing chaos, he was a sweet, talented, unassuming, unpretentious good-hearted guy who simply had an unchecked ability to make good fortune and things in general go fabulously wrong.

But beyond all of that, he also had a mountain of the right stuff. He had the heart and soul of an engineer. He learned to fly. He was always up on the latest technology and would explain it to you patiently and in enormous detail. He was always "souping" something up, his car, his stereo, his B3. When Patti joined the band, he was the most welcoming, thoughtful, kindest friend to the first woman entering our "boys club."

He loved his kids, always bragging about Jason, Harley, and Madison, and he loved his wife Maya for the new things she brought into his life.

And then there was his artistry. He was the most intuitive player I've ever seen. His style was slippery and fluid, drawn to the spaces the other musicians in the E Street Band left. He wasn't an assertive player, he was a complementary player. A true accompanist. He naturally supplied the glue that bound the band's sound together. In doing so, he created for himself a very specific style. When you hear Dan Federici, you don't hear a blanket of sound, you hear a riff, packed with energy, flying above everything else for a few moments and then gone back in the track. "Phantom" Dan Federici. Now you hear him, now you don't.

Offstage, Danny couldn't recite a lyric or a chord progression for one of my songs. Onstage, his ears opened up. He listened, he felt, he played, finding the perfect hole and placement for a chord or a flurry of notes. This style created a tremendous feeling of spontaneity in our ensemble playing.

In the studio, if I wanted to loosen up the track we were recording, I'd put Danny on it and not tell him what to play. I'd just set him loose. He brought with him the sound of the carnival, the amusements, the boardwalk, the beach, the geography of our youth and the heart and soul of the birthplace of the E Street Band.

Then we grew up. Very slowly. We stood together through a lot of trials and tribulations. Danny's response to a mistake onstage, hard times, catastrophic events was usually a shrug and a smile. Sort of an "I am but one man in a raging sea, but I'm still afloat. And we're all still here."

I watched Danny fight and conquer some tough addictions. I watched him struggle to put his life together and in the last decade when the band reunited, thrive on sitting in his seat behind that big B3, filled with life and, yes, a new maturity, passion for his job, his family and his home in the brother and sisterhood of our band.

Finally, I watched him fight his cancer without complaint and with great courage and spirit. When I asked him how things looked, he just said, "what are you going to do? I'm looking forward to tomorrow." Danny, the sunny side up fatalist. He never gave up right to the end.

A few weeks back we ended up onstage in Indianapolis for what would be the last time. Before we went on I asked him what he wanted to play and he said, "Sandy." He wanted to strap on the accordion and revisit the boardwalk of our youth during the summer nights when we'd walk along the boards with all the time in the world.

So what if we just smashed into three parked cars, it's a beautiful night! So what if we're on the lam from the entire Middletown police department, let's go take a swim! He wanted to play once more the song that is of course about the end of something wonderful and the beginning of something unknown and new.

Let's go back to the days of miracles. Pete Townshend said, "a rock and roll band is a crazy thing. You meet some people when you're a kid and unlike any other occupation in the whole world, you're stuck with them your whole life no matter who they are or what crazy things they do."

If we didn't play together, the E Street Band at this point would probably not know one another. We wouldn't be in this room together. But we do... We do play together. And every night at 8 p.m., we walk out on stage together and that, my friends, is a place where miracles occur...old and new miracles. And those you are with, in the presence of miracles, you never forget. Life does not separate you. Death does not separate you. Those you are with who create miracles for you, like Danny did for me every night, you are honored to be amongst.

Of course we all grow up and we know "it's only rock and roll"...but it's not. After a lifetime of watching a man perform his miracle for you, night after night, it feels an awful lot like love.

So today, making another one of his mysterious exits, we say farewell to Danny, "Phantom" Dan, Federici. Father, husband, my brother, my friend, my mystery, my thorn, my rose, my keyboard player, my miracle man and lifelong member in good standing of the house rockin', pants droppin', earth shockin', hard rockin', booty shakin', love makin', heart breakin', soul cryin'... and, yes, death defyin' legendary E Street Band.

Canción del día: "Mansion On The Hill" (The National)

Frase del día: "En 1968 cantábamos todas las canciones de Dylan, y entonces seguro que iban a verle miles de personas, pero han pasado 40 años. También entonces mi modelo de mujer era Brigitte Bardot, que tenía miles de admiradores, pero hace poco vi una foto de ella y..." (Carlos González-Garcés, concejal de fiestas en el ayuntamiento de A Coruña)



miércoles, mayo 21, 2008

Gueto Inocuo (60)

http://www.supernovapop.com/gueto-inocuo/74/Michael-Haneke-La-ficcion-no-es-tan-cruel-como-la-realidad.html

Canción del día: "Prantos" (Vinicius Cantuária)

Frase del día: "En el colegio me encantaba la historia, pero no me creo nada. Tengo buena memoria, pero como la historia de mi propia carrera musical ha sido tan distorsionada de forma tan metódica, no puedo tragarme la de ninguna otra persona" (John Lydon)

martes, mayo 20, 2008

Al sur del norte: la anticipación de un verano a punto de estallarnos en las manos

Quizá todo vuelva a ser como era antes, o quizá algo haya cambiado después de este gran finde en el Festival do Norte. Nubes y claros, chaparrones y rayos de sol, y unos cuantos grandes momentos: el a capella improvisado de Amy Millan en el caótico concierto de Broken Social Scene, la capa de vampiro de Carlos Ballesteros, la sorpresa de Franc3s o la sensación de ver casi por última vez a Humbert Humbert juntos en un escenario. Las niñas de Xavier revolviendo con sonrisas, la casa rural inaugurada por Fraga en las estribaciones de Caldas, el regreso a Combarro y a la sirena de la taberna O'Bocoi, los nacionalistas colocando banderas en Pontevedra, el puesto de choripanes, las conversaciones etílicas o, entre otras muchas cosas, la pregunta más frecuente por parte de los músicos nacionales: "¿Y tú qué haces aquí"? "Vine a ver a X" (cámbiese la respuesta según quién me estuviese preguntando).
Hacía tiempo que no daba tantos abrazos.

Canción del día: "Scraping Past" (Atlas Sound)

Frases del día: "Renunciamos a traer a Bob Dylan porque toca de espaldas y no da espectáculo" (Henrique Tello, Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de A Coruña)/ "Ahora que se ha muerto James Brown, la persona con mayor capacidad de proporcionar entretenimiento es Spielberg" (Harrison Ford)




miércoles, mayo 14, 2008

Cosas que me molaría hacer antes de morir (I)

Ir al festival de Cannes

http://www.adn.es/cultura/20080513/NWS-0457-12-peliculas-cannes-2008.html
http://www.publico.es/culturas/077092/boicotacannes

Once cosas sobre Tachenko (el grupo)

- En 2007 visitan Londres junto a Big City y Mendetz. En Brick Lane todavía es recordada la performance de Sergio y Edu caracterizados como El zorro y la zorra. También fue destacado el encuentro entre Sebas y su alter ego Fran Perea. Puedes ver estos documentos en Youtube.

- Tachenko tienen una excelente relación con numerosos artistas y grupos, en especial por el carácter afable de Vinadé y por los años-que-lleva-en-esto. La Habitación Roja, Travolta, Deneuve, Jonston, Grande Marlaska, Half foot Outside... la lista es larga. Destacable resulta el nombre de Fantasma #3, proyecto que Vinadé llevó a cabo con Julio de la Rosa y Pau Roca (LHR), con quien editó Los Amores Ridículos (Limbo Starr 2006), una colección de canciones absolutamente recomendable en torno a las relaciones sentimentales. La admiración también es mutua con Guille Milkyway, con quien proyectan colaborar en el futuro.

- Tachenko conoce a Tachenko. Existe el documento gráfico, y esperemos que el tan esperado encuentro personal se produzca en breve.

- A Tachenko le gustan los bares: En todas sus expresiones, desde la cafeterías más exquisitas hasta los bares más obscuros, pasando por los bares donde los domingos ponen futbol y comienzas tomando un café y terminas con un gin tonic. Hay que recordar que Vinadé regentó el bar más chulo que muchos recuerdan (El fantasma de los ojos azules), en el que Sebas fue barman durante gran parte de su post-adolescencia.

- Los padres de Bunbury y Vinadé cuando se encuentran se preguntan por sus chicos. El rock une y es un excelente tema de conversación.

- A Tachenko le gustan las chicas. Mucho. Algunos tienen novias formales, otros no.

- Su película favorita es Amanece que no es poco (Jose Luis Cuerda).

- Su amada furgoneta Volkswagen se llama La Bernardina.

- Sergio ha fundado El fantasma producciones, con quien promete remover no sólo los cimientos de Zaragoza. Entre semana es posible que encuentres al famoso Alfonso Luna en Bodegas Almau. Edu Baos es técnico de sonido, y ha trabajado entre otros con sus amados Marah y Redd Kross (amén del nuestro, Nacho Vegas). Sebas es un excelente tenista y en estos momentos está en fase de rehabilitación de una trágica lesión.

- Tachenko son medio normales, como tú, seguramente.

- Tachenko, somos todos.

(Texto enviado por la discográfica Limbo Starr)

Canción del día: "It's All Gonna Break" (Broken Social Scene)

Frase del día:"¡Aviso! Se Prohibe la entrada sin previo aviso a perros y rumanos. De lo contrario saldrán hechando ostias". (Rótulo en una tienda de informática de la cadena Beep en Alcudia, Mallorca)


martes, mayo 13, 2008

¿La defunción definitiva de Radio 3?

http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Radio/cambia/registro/elpepurtv/20080512elpepirtv_2/Tes

Gueto Inocuo (59)

http://www.supernovapop.com/gueto-inocuo/73/Timbaland-se-tambalea.html

Canción del día: "With Or Without You" (U2)

Frase del día: "La vida cotidiana de una mujer es tan difícil como descubrir América o matar terroristas de Al Qaeda" (Claude Chabrol)

Famosos avistados: Lorena Berdún (C/ Amaniel)

miércoles, mayo 07, 2008

Cuando el objetivo era huir del objetivo

Debo reconocer que, desde que vivo en una de las zonas más turísticas de un Madrid cada vez más turístico, mi vida ha cambiado bastante. Para bien, quiero decir. Me encanta esa sensación de salir a comprar el pan y no dejar de cruzarte con guiris consultando planos, quedándose alelados mirando a una placa o simplemente sentados en un banco leyendo una guía o tomando un helado. Me transmite armonía. En un mundo perfecto, todos deberíamos ser así: clase ociosa, sin estrés, descubriendo cosas por primera vez, con todo el tiempo del mundo por delante, en una cómoda irrealidad, en un parque temático lleno de referencias históricas, estatuas de personas que fueron importantes hace siglos, escritos de literatos pre-internet en las losas de las calles y desfiles anacrónicos.

Sin embargo, también tiene sus pequeñas contrapartidas. Hace unos años, cuando atravesaba la Plaza Mayor (cosa que hacía con bastante menos frecuencia que ahora), solía tener una amable costumbre: cada vez que veía a alguien haciendo una foto, cambiaba mi ruta y pasaba por detrás para no entrometerme en el campo visual. Ahora es imposible: cada vez que paso por ahí me encuentro como en una especie de safari fotográfico en el que hay objetivos saliendo de los lugares más inesperados. Intentar burlarlos a todos sería como una especie de ginkana imposible. Ya no es cuestión de amabilidad, simplemente es por respeto a uno mismo. Si creyese en aquello de los indios, mi alma habría sido robada ya infinidad de veces. Lo que queda de mi maltrecha alma, de hecho, se reparte en forma de píxeles entre diversos fotologs. O, quizá, como el José Sirgado de "Arrebato", cada vez que paso por allí y alguien dispara a su cámara y me da de refilón, voy perdiendo un poco de energía.Quizá así se explique la flojera que tengo últimamente.

El caso es que el otro día me paré a pensar en cuántas fotos de cuántas personas diferentes en distintos lugares del mundo me habré colado yo involuntariamente, pasando por ahí, tirando papel en el contenedor, hablando por el móvil, alegre, mosqueado, meditabundo, oculto bajo un anorak o luciendo manga corta. Al igual que los cientos de visitantes desconocidos de mi blog que pueden entrar desde Texas, Dublín o Querétaro, mi triste figura es poseída ahora mismo por otros tantos desconocidos de lugares en los que yo jamás he estado.

Canción del día: "Water Curses" (Animal Collective)

Frase del día: "Los Barranco y los Leguina crearon la Comunidad de Madrid en los 80, encargaron un himno tipo Chiki Chiki y una bandera que parecía diseñada por Ho Chi Min" (Iñaki Anasagasti)

martes, mayo 06, 2008

"Mil años de oración", de Wayne Wang. Encontrarse en el desencuentro.

"Mil años de oración", basada en el relato de Yiyun Li "Mil años de buenos deseos" (mucho mejor título), aborda desde una perspectiva íntima y modesta temas clásicos como el choque generacional y cultural, la incomunicación y la soledad. En la peli no pasan demasiadas cosas: no hay grandes giros de guión, ni siquiera transformaciones demasiado radicales en los personajes (fundamentalmente dos: un padre y una hija, chinos, que se reencuentran tras varios años en un lugar de EE UU), pero Wang desarrolla la historia con sutileza, detallismo y sensibilidad. En cada plano, en cada mirada, en cada palabra hay un impecable trazo de reflexión, de amor por la vida con todas sus contradicciones.

El personaje del padre, Mr. Shi (Henry O) es quien ofrece la mirada más interesante: sabio cuando ve lo que sucede fuera de él, graciosamente torpe a la hora de hablar con otros en su rudimentario inglés, entrañablemente frágil cuando ensaya conversaciones imaginarias frente a pedazos de aire. Ofrece, también, una interesante reflexión sobre el silencio de la juventud/ vida moderna y el sentimiento comunitario (inocente) de la gente mayor/ vida tradicional. Si su hija se aísla entre aparatos y contestadores automáticos, a él no le duelen prendas en hablar amigablemente con toda la gente que se encuentra a su paso aunque no entienda el idioma. Especialmente reveladoras son las conversaciones con una mujer iraní a la que encuentra en el banco de un parque.

El uso de los idiomas es fundamental, por cierto, en la película. Wang incluso cuida hasta el milímetro lo que desea que se subititule y lo que no. Hay momentos en que considera que lo que dicen o murmuran los personajes (en chino o en iraní) no es relevante para el espectador: quiere que esa presunta incomunicación llegue también a nosotros pero, al tiempo, creamos entender lo que dicen esas palabras, que nos situemos al mismo nivel de los personajes. No me quiero imaginar el desaguisado que puede ser la versión doblada.

No hay más que eso, pero tampoco hay menos. La película que selló la reconciliación entre Wayne Wang y Paul Auster en el último Festival de San Sebastián (el neoyorquino, presidente del Jurado, le dio la Concha de Oro) merece algo más que un cálido abrazo entre los dos artífices de "Smoke".

Canción del día: "Schloss" (Hidrogenesse)

Frase del día: "La copla sobrevive porque la mujer sigue siendo igual de tonta" (Concha Buika)

domingo, mayo 04, 2008

"Rebobine, por favor", de Michel Gondry. Querer creer.

La nueva de Gondry es, como era de esperar, una peli para ver con ojos inocentes. Su planteamiento es ya de por sí tan absurdo (¿no había otras formas más rápidas y fáciles de restaurar las cintas de vídeo borradas que la de volver a rodar las pelis en plan casero?), el director plantea el juego de forma tan radical que el espectador queda situado en una tesitura de la que no puede salir: te lo crees y disfrutas o, si no te lo crees, esta peli no es para ti.

Se plantean en "Rebobine, por favor", varios temas. Al igual que en la inédita en España "Block Party" (2006), se reflexiona sobre el sentimiento de barrio, de comunidad, y por la herencia de los músicos populares y su leyenda (grande la parte de la reconstrucción de la vida del bluesman Fats Waller). Se dignifica a los perdedores (los protagonistas son negros, viejos, inmigrantes, gente si dinero ni pareja o blancos feos y gordos) frente a especuladores inmobiliarios, poderes públicos, propietarios de grandes cadenas de alquiler de dvd y representantes de la industria cinematográfica mainstream. Tiene su punto de comedia moral pero agridulce, a lo Frank Capra, aunque también mucho humorismo melancólico de escuela europea.

Finalmente, rescata la tradición de todo el cine de reivindicación del viejo cine que está a punto de ser sustituido por otra forma de hacer las cosas ("La última película", "Cinema Paradiso"...), pero Gondry aporta dos importantes variantes generacionales. La primera, que lo que reivindica es un formato tan serie b, tan denostado como el VHS (o la forma en que, a nivel popular, se consumió el cine en los 80 y los 90).Y, la segunda, que aprovecha para trasladar ahí su amor por la acción y la creación, por el 'háztelo tú mismo' propio de la generación Youtube pero con las cámaras de vídeo de antaño. Los protagonistas, de hecho, son como una mezcla entre cualquier chaval que se hace sus cortos artesanalmente hoy día y viejos idealistas como Ed Wood o, sí, Georges Melies. No falta, por supuesto, un discurso sobre el original, la copia y la creatividad. En varios momentos, los protagonistas afirman orgullosos que sus versiones "suecadas" de "Cazafantasmas" u "Hora Punta 2" son mejores que las originales.

Pero, finalmente, lo que subyace en toda la película es esa necesidad de creer que es intrínseca a los comienzos del mismo cine, de reinventar la realidad y convertirla en sueño, de hacer ilusionismo con las cuatro cosas que estén a tu alcance y mostrárselo a quien tienes más cerca. De recordar de qué iba todo esto y volver a las bases. Por todo ello, la película con menos pretensiones de Michel Gondry es la que más me ha gustado de él.

Canción del día: "Teen Creeps" (No Age)

Frase del día: "Gracias a la Red, cada uno de nosotros es un canal de televisión" (Bigas Luna)

sábado, mayo 03, 2008

Mayo del 68: algo más que una revolución estética

http://www.adn.es/cultura/20080502/NWS-1704-Mayo-68-Cesar-Rendueles.html

Canción del día: "Sleeper Hold" (No Age)

Frase del día: "Prohibido prohibir"