Disco del mes. "Chorando apréndese", de Emilio José.
"Ourense, moito uh uh ah ah e pouco m m m m m (estamos aí) Chove de máis e toda a xente dentro e ningunha fora aquí en Quins. Todo o que podes facer é coller o coche e ir a Bershka ou Springfield a pasear, claro, polo centro comercial porque se non tes farlopa, se non fumas crack non gastas un can e podes vivir unha auténtica experiencia trascendental. John Coltrane nas Burgas veu e foise, todo o que dixo foi "qué basura: esta é unha provincia case tan grande coma Madrid e veñen de Madrid a decidir" " ("Ourense")
De Quins, Ourense, y no de marte procedía Apeiron, un trío de chavales (Emilio, Álvaro y Belén) que inventó la indietrónica ibérica sin tener ni idea de qué carallo era aquello de la indietrónica. "Todo sigue intacto" (2002) sigue siendo la gran obra maestra a su puta bola del pop estatal de esta década, un collage absolutamente intuitivo y libre de sampladelia cutre con amateurismo máximo y percusiones tocadas en cartones de Nesquick. Conciertos absolutamente contracorriente en el BAM o el Playa Club y durante mucho tiempo se esperó un segundo álbum del que se esparcieron todo tipo de rumores y secretos inconfesables ("es una idea sumamente original de la que no podemos decir nada para que nadie la copie", decía la gente del sello Foehn circa 2003), una entrevista fantasma en el Tentaciones, una aparición sorpresa de Álvaro tocando samba en el programa de Buenafuente y un EP de los dos primos, Pescando Em Copacabana, que pasó desapercibido.
A falta, todavía, de ese trabajo cuya potencial existencia nunca ha sido desmentida (esto es: Apeiron no se han disuelto), Emilio José asume el riesgo de copiarle el nombre a un cantautor moñas de los 70 y debutar en solitario con un doble cd aparentemente conceptual en el que salta a la piscina de una forma casi inabarcable. "Chorando apréndese" vuelve a bucear en el collage (de sonidos, de estilos, de referentes personales, políticos y culturales, de samples de lo más dispar, de voces femeninas invitadas) para construir una crónica costumbrista de la vida de un joven inconformista y demasiado inquieto en un lugar del rural gallego. Como Os Resentidos, pero de una forma bastante más auténtica, Emilio pone el dedo en la llaga de los contrastes entre tradición y modernidad, más acuciantes que nunca en una sociedad de la información en que tienes todo a golpe de un click pero sigue habiendo diferencias acuciantes entre un primer, un segundo y un tercer mundo.
"Onde vives ti hai piscinas e rapazas, demasiada luz, Toys'r'Us, moito mar e moitos Zaras, bares bares e terrazas, queres transformarme en ser rural, illado e parvo, lastrado por Keynes, pero son un ser humano. ¿Pensas que non sei qué significa coolhunter, Gus Van Sant, quen carallo é Wong Kar Wai?", lanza en "Atlantic City", canción de resistencia contra los pijos urbanitas de "LaCoru". "Qué contentos deben estar en Madrid con este fracaso noso!", completa en el libreto citando al general Queipo de Llano, mientras que en otro momento del disco samplea a un político estatal recriminando que no se pueden perder unas elecciones gallegas porque es como si el Madrid pierde en un campo de Segunda División. Más adelante, Esparta mea y Pericles dice que llueve. "Discoteca e disco-pub, Disco-Pub Paradise (Shangri La), xuventude no rural, fútbol, festa e mountain bike, logo drógaste e voilá!. Listo para ser nai/ pai. Lailolailo, lailolá. Swimming pool, mein!, mein! Quero wifi no Casal, cines en Porto do Chan, R en Barcia, Ono en Quins, e en Vivenzo, party in the woods tonight! (...) Telefónica de merda, só temos medio mega. Monbús dos collóns, quitástenos o autobús, quero chorar", canta en "Wifi no Casal", una de esas genialidades que, por encima de lo que desde fuera se puede ver como una excentricidad, ausculta los males de una gente relegada al olvido y al atraso aunque se le venda lo contrario, las heridas abiertas en forma de saudade y rabia.
Como "música de aldea" califica Emilio lo que hace en el libreto del cd 1 al tiempo que lanza su voz sin complejos sobre un magma sonoro que, según dice, es la imaginación de un encuentro entre Elis Regina, Debussy y Marvin Gaye coincidiendo en otoño de 1987 en un pueblo de Galicia. El ensueño y los recuerdos coinciden con la retranca y la frustración (dos partes, sin duda, de una misma moneda), el victimismo y la canción protesta con el rap libre, el odio, la fragilidad y el escapismo.
La cosa adquiere tintes ligeramente diferentes -aunque ya apuntados antes- en el segundo cd, donde uno se imagina a Emilio en la soledad de su habitación pensando en las lejanas playas de Brasil (no en vano, el lugar donde graba se llama Estudios Copacabana y es la habitación de Álvaro) y sueña con pibones que giren la cabeza y le miren sonriendo... hasta que el hechizo, en una auto-trampa absolutamente gallega, se deshace. "E pasou por alí a moza máis fermosa do nordeste do Brasil. Ti estás ao sol, deitada, de fondo here comes the sun (little darling) e vaise o sol, hai nubes, si, pero ¿que máis da se estás ti? Humm, tes cousas raras de repente, escàpaste entre a xente. Espera, ¿por qué ainda penso en ti?" ("Ti")
En esa autoexploración extrema, muchas veces magnificada por el tedio y el aislamiento, conviven la lucidez y el sarcasmo, el odio al objeto de deseo y también el auto-odio, una melancolía hiriente y un dolor que sólo se puede mitigar por la risa, reírse de uno mismo, reírse con uno mismo, y llorar para aprender... tal vez. "Fun ao Carrefour, comprei unha pantalla plana e logo deixáchesme. Durante semanas falamos, os nosos amigos preocupáronse, houbo choros, comas etílicos e, ao fin, a soidade" ("Febreiro"). "Cando queres a alguén cada día empeza cun novo problema, eu seicho ben... Se queres a alguén todo o mundo sobra menos ela. Se queres a alguén desfaste en bicos, abrazos e caras de sol a sol, sen ton ni son. Ti queres a alguén, non te queres nada a ti, a ti, a ti, sí... Cando queres a alguén... Se queres a alguén tés que prepararte, sufrir e chorar se non te quere ver... Se queres a alguén todo vai cambiar para mal, se non é peor. Ti queres a alguén, unha vida enteira gastada para nada, e por ninguén" ("Se queres a alguén", cantada a dos voces con un cálido ritmo de bossanova). "Eu nunca como, en nunca merendo, só vexo aos coches pasar se fai bo tempo... Funte buscar, esto era xaneiro e ti pasaches de min coma en decembro. Vexo a tele case todo o día e escoito a radio cando acaba o día. Se estás con el nunca sinto celos, só sinto celos de cando me querías. E agora estamos aquí, chovendo a saco sobre o Sil. Ti estás tan guapa como entón" ("Parada de Sil"). "Nunca vou sentir o que hoxe sinte el véndote as mañás toda adurmiñada, entrando aos pubs colléndote da man, teu amor na rúa e na cama. Non son coma ti, pero hai máis mozas por ahí. Heime namorar aínda que sexa doutra na que te vexa a ti. Laralá ye ye ye" ("Ela")
A la exploración social de un lugar y una vida, canción política salida de las vísceras, Emilio José (tal como ya había mostrado en muchas de las canciones de "Todo sigue intacto") se confirma como un poeta romántico de personal lucidez en su sinceridad, su paranoia y su retranca, y en ambas facetas, indisolubles y plasmadas con desenfado y libertad creativa máxima, radica el gran encanto de una obra sin parangón. "Chorando apréndese" no es un mero frikismo de estética feísta: es una obra introspectiva que llega adentro y emociona. Un hito en la música popular gallega (y no sólo gallega) que, me temo, lamentablemente se va a quedar como un islote perdido en medio de la nada.
Otra reseña en "Música en la mochila"
Info y muchas canciones en su Myspace
Frase del día: "¿Qué puedo hacer yo? Sólo soy un hombre" (Homer Simpson)