Hoy toca Paula Frazer en Madrid
Y es una artista muy recomendable. Será esta noche a las 21.30, en La Casa de los Jacintos, y creo que cuesta 6 euros.
Y es una artista muy recomendable. Será esta noche a las 21.30, en La Casa de los Jacintos, y creo que cuesta 6 euros.
Y... ¿disco del año?
Canción del día: "La superbe" (Benjamin Biolay)
Frase del día: "Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire" (Woody Allen)
Sigan algunos de los mejores momentos musicales de la década que termina, a razón de un momento por día, en La Década Cero.
El primer recuerdo que tengo de Chet Baker es un póster con una de aquellas célebres fotos de William Claxton. Estábamos haciendo el tonto en casa de una amiga y uno de mis colegas grababa una y otra vez improvisaciones (de monólogo de humor) diciendo "William Claxton". "Chet Baker". ¿Habría existido Chet Baker sin William Claxton? O, más aún, ¿habría existido William Claxton sin Chet Baker? ¿Habría existido Toulouse-Lautrec sin Jane Avril, y viceversa? ¿Se habría atrevido Bruce Weber a hacer "Let's Get Lost" sin la existencia previa del icono Baker creado por Claxton, el joven trompetista de jazz como símbolo de una América joven y cool, como otro James Dean que, en forma de aquellos humeantes retratos en blanco y negro, parecía permanecer tan inmarchitablemente bello como un tiempo pasado?
Bruce Weber comienza "Let's Get Lost" entrevistando precisamente a Claxton. Parte del mito de aquel joven Baker como referencia para ver con mejor perspectiva su propio retrato. Aquella belleza es posteriormente filmada por Weber en su decadencia, casi construyendo una convulsa (y también un poco perra) elegía en vida, aunque la muerte del músico está muy próxima. Como si Weber fuese consciente de que estaba captando las últimas imágenes de Baker, meses antes de que se tirase por la ventana de un hotel en Amsterdam. Envejecido y arrugado, derrotado, drogadicto y culpable, Baker se muestra como el retrato real de Dorian Gray, el rostro del cuadro, mientras que el joven que selló su pacto con el Diablo sigue correteando en las viejas imágenes, en las fotos de William Claxton, o rodeado de coches y chicas mientras disfruta el sol californiano de los inmarchitables años 60.
Como en "El perseguidor" de Julio Cortázar, en películas como "El hombre del brazo de oro", "Bird" o "Alrededor de la medianoche", la belleza y la turbiedad de la edad dorada del jazz despiertan una inevitable fascinación. Como si esa persecución casi obsesiva de lo que hay más allá de la racionalidad, esa búsqueda de la belleza absoluta, de una nota invisible que quede suspendida en el tiempo y lo colapse todo, fuese unida a la degeneración física y psicológica del individuo que efectúa esa búsqueda. Y, más aún, de todo el entorno que le rodea. Porque "Let's Get Lost", además de esas otras obras citadas, no habla de jazz, o no solamente: hablan del gran engaño que supone pensar que la obtención de las más altas cotas de belleza en el arte nos harán mejores personas, que lo sublime nos hará felices, tanto a nosotros como a la gente que queremos. Que componer o interpretar el tema más hermoso del mundo te exculpará de ser el mayor de los hijos de puta. Es como pensar que Dios y el Diablo son diferentes y contrarios, cuando esta película demuestra lo fraudulento de esa idea.
Pero al final, Chet Baker sólo es una excusa para que el también autor del videoclip de "Being Boring", de Pet Shop Boys, refleje en forma de poema visual su visión nostálgica de la juventud antes de ser perdida, de aquel tiempo en que, como dice la canción, "we were never holding back or worried that time would come to an end".
Una visión de lo perdido que se hace necesaria y complementaria del demoledor retrato de la persona/artista consumido por la vida y los errores, frágil y vulnerable en el que parece su lamento final, su epitafio, cuando Weber le filma interpretando "Almost Blue" de Elvis Costello:
"Almost blue/ Almost doing things we used to do/ There's a girl here and she' s almost you/ Almost all the things that your eyes once promised/ I see in hers too/ Now your eyes are red from crying.
Almost blue/ Flirting with this disaster became me/ It named me as the fool who only aimed to be.
Almost blue/ It's almost touching it will almost do/ There's a part of me thats always true...always/ Not all good things come to an end now it is only a chosen few/ I've seen such an unhappy couple
Almost me/ Almost you/ Almost blue".
Almost Blue
"Let's Get Lost" está todavía en algunos cines españoles, donde se ha estrenado veinte años después. El 18 de noviembre sale a la venta en DVD en edición deluxe.
Frases del día: "Sé fiel hasta la muerte" (Apocalipsis, 2, 10)/ "O Make Me A Mask" (Dylan Thomas) (utilizadas como prefacio de "El perseguidor" por Julio Cortázar)
El debut como director de Duncan Jones (que es el hijo de David Bowie, ya lo he dicho, y a partir de ahora es un dato irrelevante) recupera y actualiza el tono existencialista y filosófico que tenía el cine de ciencia ficción antes de que "La guerra de las galaxias" lo cambiara todo en 1977. Tres son las referencias más evidentes: "2001", "Solaris" y "Naves misteriosas": películas a ritmo pausado en las que no hay que matar a marcianitos y que se plantean grandes preguntas sobre la condición humana desde la óptica del aislamiento en la infinitud del espacio.
La alienación, la soledad, los problemas de identidad y la paranoia asolan a Sam Bell/ Sam Rockwell, un trabajador por cuenta ajena para una empresa minera, Lunar Industries, que busca energía limpia para la Tierra en el satélite. Allí, confinado en una base con la única compañía de un robot llamado Gerty (que es como HAL 9000 pero con emoticonos y la voz de Kevin Spacey) apura sus últimos días de contrato mientras echa de menos el contacto humano con su esposa y su hija..., hasta que algo se complica.
"Moon" juega con elementos conocidos de este tipo de cine -y no lo disimula-, pero altera ligeramente su enfoque para no caer en el cliché y mantener la opción sorpresa, en una maniobra claramente posmoderna que, además, gana peso con su abrupta combinación de drama e ironía. En este último aspecto, me resulta muy gracioso que la canción que suena cada mañana en el despertador de Sam sea "I Am The One And Only", de Chesney Hawkes. Es ingeniosa la truculencia a la hora de articular la trama, aunque quizá la mayor pega es que llega un momento, en cuanto se produce el primer quiebro y se ponen sobre la mesa las cartas de lo que está sucediendo, en que el interés y la intriga decaen. Por otro lado, el aliento trágico del desencuentro espacio-temporal de Sam y su esposa llega a emocionar por momentos, pero no toda la película alcanza el mismo nivel de conexión con los sentimientos del protagonista (o quizá es que, simplemente, yo no tenía un buen día o no lo suficientemente malo).
Pero también es especialmente reseñable el papel de la macro empresa Lunar Industries como enemigo invisible, la gran villana de la película, cuyos responsables nunca se ven pero que comete las atrocidades más impensables mientras se anuncia en tv con cara paródicamente amable. No es tampoco nada novedoso, pero adquiere una relevancia muy actual (¡y creíble!) para conectar esta distopía con los tiempos actuales. Y magnífica, por cierto, la banda sonora, ingrávida y dramática, de Clint Mansell, que es todavía superior a la que hiciese para "Requiem por un sueño", de Darren Aronofsky.
Canción del día: "You're A Target" (No Age)
Frase del día: "Las buenas cosas son las que no funcionan nunca ni tienen utilidad. El amor, por ejemplo, es completamente inútil"
Justo cuando escribía la entrada anterior me llegaba la noticia bomba del año. No es ninguna inocentada: Sónar 2010 se celebrará simultáneamente en Barcelona y A Coruña.
Razón, aquí.
Mientras escribía este texto me volvieron irremediablemente a la cabeza bastantes recuerdos de mi paso por Manchester y The Haçienda. Fue en el ya lejano verano de 1996, aprovechando una beca para hacer un curso de inglés que me había dado la universidad. Mi mitomanía eligió Manchester como destino para ver qué había de cierto en la arquitectura y el aire que respiraban tantos ídolos musicales.
E, irremediablemente, uno de los objetivos principales fue acudir al Haçienda, aún sin saber que apenas le quedaba un año de vida antes de cerrar para siempre y ser demolido. Recuerdo perfectamente aquel edificio de ladrillo rojo en Withworth Street West y una foto que le hice a su mítica placa de FAC 51 (luego la pegaría en uno de los números de mi fanzine de entonces, "El vómito de las ninfas"). Por dentro, sin embargo, ya había sido ligeramente reformada: aunque la estructura interior debía ser la misma, ya no conservaba aquella decoración rayada inspirada por Peter Saville.
Debí ir como tres o cuatro noches, siempre solo, aunque en una de ellas acabé coincidiendo con algunos de mis compañeros de clase orientales. Aparte del aura mítica, tampoco encontré aquellas exaltadas vibraciones de las que se habla en "24 Hour Party People". Quizá no elegí las noches adecuadas o, simplemente, no era la época adecuada. El legado "Madchester" no estaba por entonces tan reivindicado como lo está siendo ahora (hace poco leí que ahora incluso el tipo de Inspiral Carpets hace de guía en una ruta para turistas por los lugares míticos de la música de la ciudad) y la escena británica, en plena eclosión de la segunda división del britpop, vivía un momento bastante aburrido.
No recuerdo a ninguna de las bandas emergentes a las que vi tocar en la segunda sala, habilitada para conciertos (The 5th Man), excepto a unos tales Solar Race que eran tipo Hole. Vi bailar a un clon de Morrissey al son de "The Last Of The Famous International Playboys" y, como momento de mayor bajonazo, que un DJ pinchara "Are You Gonna Go My Way" de Lenny Kravitz.
Como suelo decir siempre, tus deseos muchas veces se acaban cumpliendo, pero casi siempre se cumplen tarde. Llegué tarde al Haçienda, pero aún llegué a tiempo. De matar un mito (otro más) y de hacer aquella foto de un lugar que ya no existe.
Entretanto, Peter Hook a explotar su legado mientras le dure. Aquí, un extracto del libro con sus diez momentos favoritos.
Canción del día: "I Can Be A Frog" (The Flaming Lips)
Frase del día: "El punk es amor" (Nina Hagen)
"Los límites del control" es la más radical de las películas hechas por Jim Jarmusch, pero también la más cerebral y, valga la referencia a su título, controlada. Por momentos hasta un punto excesivo. El director de "Noche en la tierra", "Bajo el peso de la ley" o "Flores rotas" ya ha explicado suficientemente el método e intenciones de su film y, en ese aspecto, no hay trampa ni cartón... ni opción a la sorpresa: es exactamente lo que dice.
Jarmusch concibe "Los límites del control" como una partitura musical, con sus variaciones y cierta repetición de elementos -todo ello aderezado, por cierto, con temas de Boris y Sunn 0)))-, algo que enseguida adquiere ese punto tan secamente hilarante que caracteriza al director. Isaach de Bankolé, cuyo personaje es impasible y metódico hasta el esperpento, es como una mezcla entre Ghost Dog y "El reportero" de Antonioni en una especie de road-movie por España. Es un hombre con una misión misteriosa que, en su camino, se va encontrando con una serie de personajes extraños, salidos como de una ensoñación, con los que intercambia una caja de cerillas con un papel dentro. Cada uno de ellos le suelta un monólogo, sobre la música, el cine, la ciencia, la bohemia o las drogas (en un tono un poco Hal Hartley), antes de que él prosiga su camino. Es especialmente reseñable (aunque ni por asomo, la mejor) la aparición de una Tilda Swinton paródicamente glamurosa que, en unos pocos minutos, le suelta referencias a Hitchcock, Welles, Tarkovski y Kaurismaki y luego se va. De todos esos secundarios, probablemente el mejor sea Luis Tosar como el inquietante "hombre del violín".
Es una fórmula ingeniosa pero, para lo que suele ser habitual en Jarmusch, al final demasiado cerrada y evidente. Sus intenciones finales (hablar de una rebelión internacional de la imaginación, el arte y la libertad contra El Poder, contra aquellos que se creen en posesión del control de la racionalidad y del mundo) quedan demasiado claras. Al tiempo, siempre deja la sensación de que el estilo se impone al contenido, lo hermético de la estructura y el concepto termina por comerse completamente la magia y las emociones. Buscando una analogía con la música, ésta película sería un ejercicio de estilo intelectual y conceptual como los de estos grupos de Southern Lord (lo siento, yo los veo así), mientras que "Noche en la tierra", por ejemplo, sería una locura visceral como las de Tom Waits.
Idea también alargada en exceso (se lleva hasta el formato largo pero se podría resumir en diez minutos) y con cierto aire de divertimento turístico que no se puede disimular, es disfrutable si uno se deja llevar por el hipnotismo visual y sensorial, arma indeleble de Jarmusch que, además, por primera vez se alía con la fotografía del gran Christopher Doyle. Entre ambos, por ejemplo, consiguen que la Plaza de San Ildefonso adquiera una inquietante extrañeza y pase a la posteridad, a la iconografía cinéfila, desde el momento en que Isaach de Bankolé se sienta en una terraza y pide dos espressos en tazas separadas hasta que Tilda Swinton le suelta que las mejores películas son como sueños que nunca sabes si en realidad has tenido.
Frase del día: ésta misma que acabo de poner.
Canción del día: "Todos los días tengo un accidente" (Joaquín Pascual)
La semana que viene, los magníficos Wire vuelven a tocar en España después de sus espectaculares conciertos de hace un lustro. Hace unos días tuve el placer de entrevistar vía email a Colin Newman y Graham Lewis. Se publicó en el Metrópoli de ayer.
A continuación, reproduzco la entrevista completa original en inglés.
How do you evaluate these two years of touring? Are the Spanish concerts the final ones? What future plans do you have after that?
C- When we decided to go on in 2006 playing live was very much part of the equation. Of course the live scene is extremely healthy right now and in many ways the live event is more central to the "industry" right now than "albums" are but this is only partly why we like to play live. Wire has developed into a really strong live band. In the 70's & 80's we had our moments on stage but performance was never as central to the band as it is now.
We were supposed to come to Spain last year but it didn't work out for various reasons. We are easing into the development of the next cycle of material so I think there will be less live shows after October but we are always open to an interesting trip :)
G - Actually it's almost exactly 18 months since we began playing the present material and developing the present "live set". There is always a certain amount of trepidation before a new phase of live performance... This time that was increased by Bruce's absence (after his 2004 resignation) and the subsequent augmentation of the group with guitarist Margaret Fiedler McGinnis.
I feel we've gone from strength to strength live...playing more shows in this period than at any other comparable one, since the late 70s. We are coming to the end of this arc of work which included the recording and releasing of "Read & Burn 03" and the full length album "Object 47" between 2007-9. We've started planning the recording of the next album with writing underway for completion and release in 2010.
As Colin said we would have certainly visited Spain before now if it had been within our power...
I think you’re playing live more than ever. ¿Has it became more important than recording for you? Is it a necessary thing to do in order to survive as professional musicians these days?
C - Very astute David! In a word yes but still we wouldn't do it unless we enjoyed it. There is a certain intensity around touring which can become nightmarish & claustrophobic if circumstances are not good. I'm obviously speaking from experience here! I think we've really grown as a band these past 2 years and have visited some fantastic places and played to an awful lot of people AND we've been f*cking great on many occasions! What's not to like?
G - I agree pretty much with what Colin says but with the addition that development in communicative technologies and home recording have made aspects of recording process more convenient, particularly, for a group such as ours whose members live in different countries.
Have the “Object 47” songs evolved very much during the tour?
G- Inevitably there is evolution. Particularly when you start with a sonic analogue of a song to start with. There are always gradual shifts in tempo as set develops and grows. However, it's older material which evolves or devolves most!
C - Wire have always excelled at seeking out the simplest and most effective way to do almost anything. Our live sets are always built around the things we can construct the most effective analogue for. So some things we play live sound quite similar to the album and others quite different. Evolution, yes towards the end of effectiveness in performance.
I’ve seen you’re playing stuff from all your career, but can we say you also try to represent now a wider scope of sounds? During the “Send” tour you seemed to focus in a kind of wild in-your-face guitar sound…
C - These sets are very different. The "Send" set was developed as a kind of "rude awakening to Wire's continued existence". We don't need to make the same point twice. Now we try to project something which has all the power but also light and shade, myriad hues. It very much about Wire, about animating the spirit of the band on stage.
G- "Send" was a set of fast tempos,little melody, no songs, no prisoners and maximum sonic assault ALL the time... it refused to acknowledge indifference! It sounded like ONE HUGE GUITAR ON STEROIDS! This present set has wider horizons and greater emotional depth plus that aggression! ;)
Why did you choose Margaret Fiedler as your touring guitar player? Did you like her work with Laika and Moonshake? How are you feeling when playing with her?
C- We thought about playing live as a 3 piece for about 3 nanoseconds but frankly Wire has always been a 4 piece on stage. I've personally known Margaret for years. Yes Malka (Spiegel, su pareja y compañera de grupo en Githead) & I got the the 1st Laika album when it came out and their cover of "German Shepherds" is one of THE best Wire covers ever. However it was the fact that she had done 18 months on the road as a guitarist with Polly Harvey that drew us to her. We needed someone who could walk the delicate line of being part of it but not in it. She does it perfectly.
G- Margaret has adapted perfectly to the Wire way of playing. I think she's done a remarkable job... although I know she experienced sheer terror when we played the first few shows!
Can you reveal why did Bruce decide to leave the band?
C- Unfortunately not. He resigned by e.mail and declined to explain anything. It was his prerogative to leave but also ours to go on without him.
G- As Colin says only Bruce, maybe, knows why exactly... there were a lot of problems around the group at that time. With that as a background and other personal matters to resolve... he resigned...
When listening to “Object 47”, sometimes reminds me more of Githead than Wire. Do you think is there an influence of your other band? What is the opinion of Graham and Robert about Githead?
C- Oops! Unintentional, the two bands are quite separate. Normally people say it's the other way round which is really infuriating for members of Githead. Nobody wants to to be in some bloke from Wire's "side project" (well nobody in Githead anyhow!). However this is an issue that is unlikely to go away and I'm very alive to that at least in recorded material. From the Githead side the natural evolution of the band has taken the new album (Landing - out November) in a direction where actually Malka does most of the vocals. the writing has always been different to Wire. For both projects I've been really pushing towards moving away from the "cut & paste" methodology and much more towards getting as much of the stylistic signatures that are unique to each band on the records. I have no idea what Rob & Graham think about Githead, you should ask them!
G- I haven't clue what Robert thinks... and I've yet to see Githead live... so reserve my judgement. .. it's a dilemma for Colin singing in both groups with such a recognizable voice and similar line-up, it used to occur when he made solo records too
Are you still trying new material in your live shows or you’re not longer doing that?
C- We don't reveal the contents of our sets in advance.. There is a basic spine but we've put various pieces in and out of the set over these last two years. It might happen over the coming months that we are trailing stuff from the next album but we aren't there yet..
G- As Colin says we're not quite yet at the point of trailing new material...
I’ve seen some comparisons between Wire and Animal Collective. In fact, they also liked to play entire concerts with in-edit stuff (it seems they’re not doing it these days). Can you see them as a kind of followers of the Wire spirit? Do you see a Wire influence over other current bands?
C - Blimey that's a pretty massive compliment! They are a "generational definer" and they built it over a long time, two reasons to admire them! I think personally that every band that gets somewhere interesting kind of plots their own path. I feel more like where Wire belong is in a "tradition" of having a longer term viewpoint, a wider cultural perspective and a less narrowly defined ideas of success (talent helps too :) In that way we kind of connect in all kinds of interesting ways. Anyone who has been "influenced by" Wire (or any other "significant" band) in the sense that they have listened to the records way too many times in order to somehow reproduce their energy or spirit can't really be taken seriously.
In the last years, a few bands from your generation (Gang Of Four, Magazine, The Slits) are coming back just to play live, sometimes to play just one album. What’s your opinion about that? Would you accept, for example, to do a “Pink Flag” show?
C - Well, we did do the "Pink Flag" thing in 2003... As for the rest, you can't totally call it nostalgia as I'm sure there are plenty of people in their audiences who won't have been born in the 70's however they also don't do anything new as far as I can see. It's an advantage we have, people like the old stuff but also the new "One Of Us" very often gets one of the biggest cheers in our current shows. It's very gratifying to be in that situation but it's not like we haven't worked for that. Very often putting ourselves in uncomfortable & difficult situations when we could have taken the easy option.
G- We played "Pink Flag" (Wire's first LP) as one half of an evening with the then "new" "Send" as the second half at the Barbican Arts Centre, in London. We collaborated with Jake and Dinos Chapman for the Pink Flag performance, they made a video stage set, and for "Send" the extraordinary e.s.Devlin designed a fantastic set. I should mention collaborator Tom Gidley, who kept the film side of both sets on course, and Letti Collins who choreographed a suitably absurd finale for "Pink Flag" which featured 8 pink clad aerobic dancers stepping... it was great fun.
Canción del día: "Surf Solar" (Fuck Buttons)
Frase del día: "La felicidad es un accidente" (Woody Allen)