lunes, noviembre 21, 2005

Humor en tiempos revueltos

De entre todas las noticias, efemérides varias y tal que han salido con respecto al aniversario de la muerte del innombrable, ese individuo que palmó de viejo y cuyo influjo sigue bien vivo en la sociedad española, me llamó la atención una en concreto. En un restaurante se reúnen varios humoristas gráficos que iniciaron su trayectoria durante el régimen y lo que recogieron las cámaras y mi mente me pareció inusualmente tierno y entrañable. Aquellos cronistas y opinantes sociales (al fin y al cabo) que se devanaban los sesos día a día para exponer sus pensamientos burlando a los censores, creadores de sueños gráficos con los que los más avezados podían poner una sonrisa y al tiempo reconfortarse al ver que, aunque fuera en las trincheras y a escondidas, había gente que pensaba como ellos. Pero, al mismo tiempo, había algo tan nostálgico como decadente en la reunión. A primera vista, no dejan de ser seres grises con los mismos problemas que puede tener un ser gris. No lo sé explicar mejor que quizás pensar en una instantánea de José Luis Coll a las cinco de la mañana en el Piano Bar.
Quizás me puse triste al ver por ahí alguna viñeta de Chumy Chúmez. Lo conocí en Diario 16 y era un tipo que siempre me cayó muy bien, aunque me daba la impresión de que la gente ya no le hacía caso. Él al menos siempre parecía estar quejándose. Conservaba esa mala baba y ese humor cáustico de los derrotados, de un pesimismo sin contemplaciones. Recuerdo que me tocó hacer sendos reportajes sobre los aniversarios de "La Codorniz" y "Hermano Lobo" y que hablé con él sobre ambas cosas. Disfruté mucho haciendo aquello.
Siempre me ha llamado la atención la importancia y la cuota de mercado que las revistas de humor tuvieron en España ya luego durante la transición. Pasé mi infancia espiando kioscos y liberías que siempre otorgaban posición preferente a "El Papus" y otras publicaciones que aunaban humor y destape, a medio camino entre la crítica sociopolítica más ácida y la risa gruesa de la generación Esteso. Me sorprende ver, en la noticia televisiva, a un humorista comentando lo de que se puso una bomba en la redacción de El Papus y murió el conserje. ¿Quién iba a querer asesinar a un mero grupo de humoristas? Su trascendencia social, pues, parecía alta. Ya en los ochenta, El Jueves siguió vendiendo bastante. Su conexión con la gente joven (tanto a través de "Historias de la puta mili" de Ivá como de otras historietas que te daban un pedigrí adicional como tío enrollado y progresista) la convirtió en lo que más se leía en mi época de BUP y COU, pero lo cierto es que, ya en los 90, la función de este tipo de humoristas (craso error) parecía difuminarse en una sociedad opulenta y autocomplaciente en la que la crítica podía entenderse como otro tipo de alta traición o como un pasatiempo de infelices. Pero de lo que no se habló en esa noticia de ese telediario es de los humoristas de la periferia, cuya trayectoria se antoja mucho más interesante. Un rápido recorrido por la exposición de contraculturas gallegas que visité con el Alto, en la Fundación Luis Seoane de A Coruña, da buena prueba del ingenio, humor negro y sentido crítico que se ejercía desde las barricadas gráficas en aquella parte del mundo. Detenerme en esto sería largo y arduo, y más lo sería todavía comparar a Xaquín Marín y otros autores más olvidados de su generación con nuevos humoristas cuya función parece ser la de reirse de quien ose separarse del statu quo.
Vamos, pues, a la conclusión que todo el mundo podía intuir: las revistas de humor ya no existen o se han dinamitado o autofagocitado, el humor gráfico se mantiene en los periódicos como parte de esa tradición que les da un caché adicional, pero solamente El Roto mantiene el espíritu de aquella gente. Ya hasta el humor se ha vuelto aburrido.

Canción del día: "Un buen día" (Los Planetas, para celebrar que se ha lesionado el niñato)

Frase del día: "A mí lo que más me jode es no haber salido fuera, porque realmente 'Shell Kids' hubiera podido competir con el disco de Libertines al que le da mil patadas, o con Adam Green y toda esa mierda" (un componente de Sidonie en "Mondosonoro")

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

el parte meteorológico de hoy anuncia borrasca y odio hacia un ser humano alegrándose de su desgracia, en este caso una lesión, en contraposición al humor y la ironía de las publicaciones mencionadas.

6:00 p. m.  
Blogger David said...

No has pillado nada, Dayvan. Igual te delatan los colores.

10:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Más que aburrido, ese humor que divierte reivindicando es todo un trabajo encontrarlo.

10:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayer entrevisté a un dibujante de El Jueves metido a músico. El caso es que me comentó que lo censuraban bastante: "No, con este ministro no te puedes meter", "ese chiste con el rey...". Curioso.

1:19 p. m.  

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