Los veranos de Eric Rohmer
El otro día vi con Pauline (a quien bauticé así en homenaje a la peli "Pauline en la playa" y teniendo en cuenta que es la persona más fan de Rohmer que conozco) "El rayo verde", dirigida por el autor francés en 1986.
Eric Rohmer, para mi gusto, tiene obras maestras y bodrios. Le pierde su exceso de teatralidad y afán discursivo (escenas con peronajes hablando y hablando sin parar), así como -y esto no tiene por qué ser un defecto ni una virtud- se centra casi exclusivamente en la vida de la burguesía: sus personajes nunca tienen dificultades para buscarse la vida ni conflictos laborales ni problemas sociales. Eso es lo que le permite, probablemente, abordar con tanta lucidez las historias que cuenta. Rohmer trabaja con personajes que tienen la vida material resuelta pero que tienen otros problemas de índole extra-material. Sus mejores historias ("Cuento de verano", "La coleccionista", "Pauline en la playa"...) tienen lugar precisamente durante las vacaciones de verano, lugar de relax pero que deja evidenciar al mismo tiempo los dilemas morales, conflictos de personalidad, contradicciones y deseos ocultos de la gente. Para mí, lo mejor de Rohmer precisamente son las situaciones que plantea en sus historias, y que abocan a los personajes a desnudar sus paranoias, a menudo absurdas y tratadas con un fino y encantador sentido del humor.
"El rayo verde" cuenta la historia de Delphine (Marie Riviere), una chica que trabaja de secretaria en París y a la que deja su novio a principios de verano. La película se convierte en uno de los mejores relatos sobre la soledad jamás filmados. Delphine, que se presenta como una antiheroína maniática, perdida y frágil, se pasa toda la peli intentando buscar unas vacaciones que siempre se frustran: en Cherburgo con una amiga, en las montañas, en no se donde con una familiar... hasta que al final decide irse sola al País Vasco Francés. Precisamente es en Biarritz donde escucha a unos paisanos contar la leyenda del rayo verde: ese fenómeno atmosférico que aparece con el último rayo de sol y que sólo puede divisarse en unas condiciones de claridad muy especiales. La leyenda -también recuperada por Julio Verne en la novela del mismo título- dice que quien vea el rayo verde descubrirá con nitidez sus sentimientos y los de los demás. Delphine, desencantada con la vida y en busca de un improbable Príncipe Azul, busca precisamente esa suerte futura fuera de sí misma, en el azar: en cartas que se le aparecen en la calle y otros detalles fortuitos. En San Juan de Luz pasa por una tienda que se llama "El rayo verde" y en ese momento, junto a un chico al que acaba de conocer, dice que tienen que ir a ver la puestade sol.
Es difícil no identificarse en algún momento con un personaje de Rohmer. Según ha dicho el propio autor, ésta es la más autobiográfica de sus películas: Delphine era él.
Otra de las cosas que ha llevado a esta película a la mitología es la decisión que tomó Rohmer de no concluirla hasta que pudiera filmar el rayo verde. Mandó a un operador al Canal de la Mancha, a otro a la costa atlántica y, finalmente, consiguió capturarlo durante las navidades del 85 en Las Palmas de Gran Canaria. Aún así, tuvo que hacer un pequeño retoque de laboratorio para que el celuloide pudiese captar con total nitidez el fenómeno atmosférico.
Yo va a hacer ya casi un año que vi mi rayo verde.
Canción del día: "El rayo verde" (Señor Chinarro)
Frase del día: "La baja tasa de natalidad en Galicia no puede ser responsabilidad del físico de las gallegas.Si los gallegos no se casan, no será porque las chicas no sean bonitas" (Manuel Fraga en Faro de Vigo, abril de 2002. Tomado de www.fotolog.net/lavida_sinmi)
4 Comments:
Que bonito
juas juas juas... tu rayo verde no seria un foco de esos de colores un día de borrachera!!!??? seguro!!!
y manoliño que razón que tienes hombre... di que si... que las gallegas somos rebonitísimas
No conocía lo del rayo verde... y te garantizo que no lo he visto.
Es una de mis películas favoritas!
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