Nestlé
      Roma- La multinacional Nestlé retiró tres marcas de leche infantil líquida      del mercado europeo. El alimento podría haber sido contaminado con una      sustancia tóxica llamada isopropil tioxantona (ITX), proveniente de la      tinta que se utiliza durante el proceso de embalaje, cuando se imprimen      los envases de cartón. Los productos «secuestrados» son Nidina 1, Nidina 2      y Nativa 2. La empresa suiza y las autoridades sanitarias españolas      aseguran que ya fueron retirados de todos los puntos de venta como medida      de precaución y a pesar de que el riesgo es muy bajo. En otros países      europeos se tomaron medidas similares, siendo Italia el más afectado. Allí      las autoridades «secuestraron» ayer cerca de 30 millones de litros de      leche infantil, después de una sentencia emitida por un tribunal regional.      Se trata de una alarma que ya sonó en septiembre, pero la decisión      judicial transalpina lo ha transformado ahora en un escándalo      internacional.
   La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA),      dependiente del Ministerio de Sanidad, quiso tranquilizar a los      consumidores, explicando que Nestlé procedió en septiembre a retirar todas      las unidades que corrían el riesgo de haber sido contaminadas en nuestro      país.
   Sin embargo Nestlé España aseguró a Efe que la decisión      de sustituir todos los lotes de Nidina y Nativa fue adoptada ayer y no en      septiembre, como informó la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.
   Las autoridades sanitarias aseguraron que la producción de la planta de      Nestlé localizada en Asturias se detuvo entonces, suspendiendo la      fabricación hasta octubre, fecha en que fueron sustituidas las bobinas      causantes de la contaminación. «Por tanto, las leches infantiles de Nestlé      que se venden en la actualidad en el mercado español son seguras»,      concluye el comunicado de Sanidad.
   En cualquier caso, según la AESA      el riesgo potencial para la salud es muy bajo, tanto por la naturaleza de      la sustancia como por la baja proporción del elemento tóxico detectado en      el producto, lo que implica unos niveles de exposición ínfimos. A pesar de      ello, la Comisión Europea solicitó un análisis del riesgo a la Agencia      Europea de Seguridad Alimentaria, organismo que ya ha emprendido la      investigación.
   Según explicó a la AESA, el pasado 6 de      septiembre Nestlé fue informada por las autoridades italianas de que se      habían detectado trazas del componente tóxico durante un análisis      rutinario. Las marcas de leche bajo riesgo se elaboran también en la      fábrica de Nestlé en Sevares (Asturias), donde según la AESA el problema      se limita a un número reducido de unidades, que además se vendieron      principalmente en Italia. Pese a ello, y por precaución, se decidió      retirar también los lotes de distribución en otros países de la UE:      Francia, Portugal y España.
   Pese a todas estas medidas y      controles, un tribunal de la región de Le Marche, en Italia, ordenó ayer      que se retirasen todos los productos de dichas marcas cuyas fechas de      caducidad fuesen anteriores a octubre de 2006, desencadenando una reacción      en cadena en los cuatro países europeos. En Italia, se llevó a cabo una      espectacular operación en la que se «secuestraron» treinta millones de      litros de leche infantil. Había un antecedente muy reciente: el pasado 9      de noviembre las autoridades italianas ya sacaron del mercado más de dos      millones de litros.
   Según explicaban ayer fuentes de la Policía      italiana, todavía no se ha verificado si la sustancia que ha contaminado      la leche infantil es peligrosa, pero sí que se comprobó que ha alterado la      composición química de la leche. La operación se desplegó en los      supermercados, tiendas y farmacias, así como en almacenes y naves      industriales. La idea es que no quede en circulación ni un solo envase con      riesgo potencial.
   «Según lo que hemos podido averiguar, no tenemos      datos científicos que indiquen una posible toxicidad de la sustancia en      cuestión», explica el profesor Domenico Pellegrini, del departamento de      farmacología de la Universidad de Florencia. «Está claro que esto no      quiere decir que no sea tóxico, pero esta eventualidad me parece altamente      improbable», continúa el experto, aclarando que «la sustancia tiene un      número EINECS, que es el número previsto para ser registrada antes de ser      introducida en un comercio».
   Coloración de tintas. «Se trata de      una sustancia que se emplea para la coloración de tintas, pero que no está      presente en ninguna de las listas que las organizaciones internacionales      consideran peligrosas, por lo cual creo que podemos estar absolutamente      tranquilos», añade el profesor Enzo Chiesara, toxicólogo de la Facultad de      Medicina de la Universidad de Milán, añadiendo que «el hecho de que se      haya utilizado su uso sobre tetrabrick confirma que es seguro».
       Nestlé-Italia, en un comunicado emitido a media mañana, aseguró haber      tenido en cuenta la decisión judicial, colaborando al «retiro inmediato de      los productos señalados por las Autoridades». Desde el punto de vista de      Nestlé, se trata de una «medida de extrema atención hacia los consumidores      aunque, en base a los rigurosos análisis efectuados y obtenidos de entes      independientes, no se considera que la presencia pueda constituir riesgo      alguno para la salud». Según ha añadido el grupo suizo, «la sustancia      podría haber atravesado el embalaje hasta llegar a la leche dada la      proximidad de materias grasas».
   Las protestas se multiplicaron      en Italia, donde desde diferentes frentes se denunció la falta de      previsión de las autoridades sanitarias, que fueron advertidas del riesgo      en septiembre. «Es escandaloso que se haya tenido que llegar a una      intervención del cuerpo de Policía para bloquear un producto que podría      haber hecho mal a los niños», aseguró en un comunicado oficial Greenpeace.      «La multinacional Nestlé ya tuvo que retirar leche en polvo en el 2000 por      una cuestión parecida, después de las denuncias que hicimos desde      Greenpeace», añade la denuncia. El juicio definitivo sobre la toxicidad de      la sustancia, que dará paso a la investigación sobre las responsabilidades      y culpas de la empresa suiza, no llegará hasta dentro de cinco meses, en      abril de 2006, fecha fijada por las autoridades europeas para presentar el      informe de la investigación en curso. «La petición de una investigación      nos llegó el pasado 3 de noviembre y de hecho es cuando empezamos a      valorar si esta sustancia comporta o no problemas cuando entra en contacto      con alimentos». El investigador italiano que detectó por primera vez el      ITX, Ernesto Corradetti, explica que «haciendo análisis nos topamos con      una sustancia que no conocíamos y que no sabemos si puede resultar tóxica      o no. Desde luego no está entre los aditivos autorizados por el decreto      ministerial de 2003 pero sí que aparece en la realización de envases para      alimentos. Así que digamos que la normativa permite su utilización, pero      no que se disuelva en la leche». Por su parte, la empresa Tetra Pak      eliminó la sustancia ITX de los envases de leche infantil desde octubre y      cambió a sistemas de impresión que no utilizan tintas ultravioleta,      informó ayer la compañía. Aseguró que en cuanto las autoridades      identificaron la presencia de ITX en leche –procedente de una migración      del material de embalaje Tetra Pak impreso en offset– Tetra Pak junto con      los fabricantes de leche infantil, tomó acciones inmediatas, como medida      de precaución.
Canción del día: "Evangeline" (Cocteau Twins)
Frase del día: "Perdonen mi español. Esta canción se titula '¿Quién quiere tocarme los cojones?" (Chris Martin, de Coldplay, en español, en su concierto de ayer en Madrid, según dicen las crónicas)
    


1 Comments:
damelo ya!
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