miércoles, octubre 21, 2009

"Moon", de Duncan Jones. ¿Estamos solos en la galaxia, o acompañados?

El debut como director de Duncan Jones (que es el hijo de David Bowie, ya lo he dicho, y a partir de ahora es un dato irrelevante) recupera y actualiza el tono existencialista y filosófico que tenía el cine de ciencia ficción antes de que "La guerra de las galaxias" lo cambiara todo en 1977. Tres son las referencias más evidentes: "2001", "Solaris" y "Naves misteriosas": películas a ritmo pausado en las que no hay que matar a marcianitos y que se plantean grandes preguntas sobre la condición humana desde la óptica del aislamiento en la infinitud del espacio.

La alienación, la soledad, los problemas de identidad y la paranoia asolan a Sam Bell/ Sam Rockwell, un trabajador por cuenta ajena para una empresa minera, Lunar Industries, que busca energía limpia para la Tierra en el satélite. Allí, confinado en una base con la única compañía de un robot llamado Gerty (que es como HAL 9000 pero con emoticonos y la voz de Kevin Spacey) apura sus últimos días de contrato mientras echa de menos el contacto humano con su esposa y su hija..., hasta que algo se complica.

"Moon" juega con elementos conocidos de este tipo de cine -y no lo disimula-, pero altera ligeramente su enfoque para no caer en el cliché y mantener la opción sorpresa, en una maniobra claramente posmoderna que, además, gana peso con su abrupta combinación de drama e ironía. En este último aspecto, me resulta muy gracioso que la canción que suena cada mañana en el despertador de Sam sea "I Am The One And Only", de Chesney Hawkes. Es ingeniosa la truculencia a la hora de articular la trama, aunque quizá la mayor pega es que llega un momento, en cuanto se produce el primer quiebro y se ponen sobre la mesa las cartas de lo que está sucediendo, en que el interés y la intriga decaen. Por otro lado, el aliento trágico del desencuentro espacio-temporal de Sam y su esposa llega a emocionar por momentos, pero no toda la película alcanza el mismo nivel de conexión con los sentimientos del protagonista (o quizá es que, simplemente, yo no tenía un buen día o no lo suficientemente malo).

Pero también es especialmente reseñable el papel de la macro empresa Lunar Industries como enemigo invisible, la gran villana de la película, cuyos responsables nunca se ven pero que comete las atrocidades más impensables mientras se anuncia en tv con cara paródicamente amable. No es tampoco nada novedoso, pero adquiere una relevancia muy actual (¡y creíble!) para conectar esta distopía con los tiempos actuales. Y magnífica, por cierto, la banda sonora, ingrávida y dramática, de Clint Mansell, que es todavía superior a la que hiciese para "Requiem por un sueño", de Darren Aronofsky.

Canción del día:
"You're A Target" (No Age)

Frase del día: "Las buenas cosas son las que no funcionan nunca ni tienen utilidad. El amor, por ejemplo, es completamente inútil"

1 Comments:

Blogger supersalvajuan said...

Que viva la inutilidad!!!

12:36 p. m.  

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