"Malditos bastardos", de Quentin Tarantino. La única solución vuelve a ser la venganza.
"Inglourious Basterds" (que se debería traducir más o menos como "Malditous basterdos", y eso tiene su razón de ser) es Tarantino en estado puro, la nueva genialidad de un gran trilero que ha reutilizado magistralmente casi todos los recursos del cine de género para romper y dinamitar todos los géneros y construir un nuevo género en sí mismo.
Tienen toda la razón quienes han dicho que ésta es la película más audaz nunca hecha sobre la Segunda Guerra Mundial. Arranca como un spaguetti western, pero luego Tarantino se olvida de eso y pasa a ser una inesperada, inteligente y cachonda reflexión de metacine -por supuesto, en las antípodas de las irritantes pedantadas en que la mayoría de "autores" incurren cuando hacen metacine- y para la que se toma radicalísimas licencias de, digamos, adecuación histórica. Y no, no estamos hablando de anacronismos a lo "María Antonieta" de Sofia Coppola, sino de -espero que no os lo haya arruinado el spoiler decisivo- ALGO MUCHO MÁS RADICAL.
Pero lo mejor de la peli es que, a pesar de la ligereza de determinadas licencias, el director busca algo tan inusual para un film de Hollywood como la precisión absoluta en el uso del idioma. Hay muy pocos diálogos en inglés y bastantes en alemán, francés y alguno en italiano a cargo del reparto más internacional que ha utilizado nunca Tarantino. La función de todo esto (de los acentos, de los guiños al cambio de idioma e incluso de varios juegos de palabras difíciles de captar) es fundamental y me hace pensar en cómo cojones van a pretender doblar esta peli. Supongo que aquí doblarán al castellano las partes en inglés y el resto se subtitulará, ya que cualquier otra opción será un puto desastre. En cualquier caso, aún así se pierde la diversidad de acentos en inglés, que la hay. El viernes, que es cuando se estrena, podréis salir de dudas aunque, como siempre, recomiendo la V.O. en la medida de lo posible.
Las dos horas y media se me hicieron cortísimas, en gran medida gracias al excelso sentido de la acción y del ritmo que ya conocemos de Tarantino, y a pesar de que muchos de sus recursos sean ya famosos: esas largas secuencias de diálogo que se intuye que van a terminar en un brote de violencia pero nunca se sabe cuándo ni cómo en tensión con secuencias ultra cortas, flashbacks y elipsis inesperados, etc.
Pero, y por esto también es tan fresca y disfrutable "Malditous basterdos", Tarantino se ríe de todo sin dejar prisioneros. En esta época en que se exige tacto máximo con determinados temas, vuelve a utilizar su obsesión por la venganza haciendo que unos judíos apuesten por un atentado suicida para matar a sus opresores. Qué grande.
Y otro juego habitual en sus pelis: intentar pescar de dónde viene cada nombre, cada referencia y cada guiño de cultura popular, especialmente de cinefagia. Yo creo que sólo pillé el de Yvette Mimieux y Rod Taylor. Pistas aquí y aquí
Canción del día: "Blue Skies" (Noah And The Whale)
Frase del día: "Por mi hija mato" (Belén Esteban)
6 Comments:
¿Matar? ¿Para cuándo BE en una de Tarantino? ¿En Ketchup Proof?
Otra que estoy deseando ver. Por cierto que se jodan los dobladores!!!!! versiones originales yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Saludos.
Y una más que no aparece en los enlaces: Nantucket es la isla desde donde zarpa el ballenero del capitán Ahab a la búsqueda de Moby Dick.
Qué tema es el que canta Johnny Cash -es Johnny Cash, no?- cuando da comienzo la secuencia final, con Soshanna de rojo contra la claraboya de su cine, antes de maquilllarse para la revenge final? Sábelo ti?
Johnny Cash no, jopein, David Bowie. Bueh, sabes el título?
Claro. A canción de Bowie é "Cat People"
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