lunes, marzo 13, 2006

Krzystof Kieslowski

En la memoria individual y colectiva labrada en aquellos años 90 universitarios, el cineasta Krzystof Kieslowski parece condenado a vivir injustamente relegado a un papel que nunca quiso desempeñar. Especialmente a partir del boom mediático que supuso su serie "Tres colores", Kieslowski era acusado de ser la referencia cómodamente modernuqui, esteticista, pedante, el director de la gente con ansias de aparentar intelectualmente y, además, tener ese punto de sensibilidad y poesía para ir de guay . Tal como se dejó ver con suma nitidez en el Festival de Cannes del 94 (ganó "Pulp Fiction" y Tarantino hizo la peineta) o eras de Kieslowski o eras de Quentin.

Aún recuerdo, sin ir más lejos, una de aquellas tardes ociosas que llamé a un infame programa de cine de Cuac FM en una encuesta sobre las mejores pelis de los 90. Cuando dije "Azul" se rieron en mi puta cara (eran los mismos que decían que a la peña que iba al CGAI los llamaban "santiagueses"). A esta gente, perdón por el inciso, les llegó la justicia poética cuando, en la encuesta sobre las peores pelis de la historia, un amigo llamó para decir que eran "Ordet" y "Vania en la calle 42".

Fin del inciso. Los prejuicios en torno a la figura de Kieslowski fueron un craso, craso error. No deben despistar ni los publicitarios rostros de las 'chicas Kieslowski' (Binoche, Delpy, Jacob) ni un uso del color y la fotografía que encantarían a los diseñadores de cualquier campaña de perfumes. Su cine iba mucho más allá. Nadie como él ha tramado tan bien aquellos juegos de espejos bajo la música del azar y, en última instancia, reflexionar de forma tan inteligente y emocional sobre el carácter humano. Sin llegar al punto discursivo de Rohmer, parecía partir de premisas similares para construir su propia filosofía sobre la moral y, al tiempo, invitar a que nos descubriéramos a nosotros mismos. No, no había esa belleza higiénica que se le achacaba, como queda bastante claramente reflejado en los dos títulos del "Decálogo" que llegaron a la pantalla grande y que, constituyen, quizás, lo más descarnado, impresionante y perdurable de su legado: "No amarás" y "No matarás". Esta última, por cierto, se está reestrenando en algunas salas de las grandes ciudades.

Kieslowski abandonó el cine tras hacer "Rojo". Consideraba que ya no le quedaba nada más por decir. Hace hoy diez años, recibíamos la noticia de su muerte. Hoy le rendiré homenaje tirando alguna botella a un contenedor de vidrio.

Canción del día: "Emblems" (Matt Pond PA)

Frase del día: "Mejor ser fascista que maricón" (Alessandra Mussolini, eurodiputada italiana)

Famosos avistados: Montxo Armendáriz (Tudescos), Esperanza Aguirre (Calle Pez), Moncho Alpuente (Calle Pez)

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buff David, esa trilogía (que me regalaron el año pasado en dvd) es uno de los grandes mitos de mi particular relación obsesiva con el cine (en el que en vez de querer verlo todo como con la música, me gusta recrearme entre mis pelis favoritas y verlas 40 veces). Era primer año de universidad (1994) y en la pensión en la que acaba de llevar me decían si quería ir al cine. Iban a ver “El Cuervo” y en la otra sala proyectaban “Rojo”. A mí todo el rollo gótico siempre me dio repelús y prefería ir a ver aquella película “europea” y “coñazo” sin saber nada de ella. Creo que fue una de las mejores decisiones de mi vida: entrar ahí sin información previa y dejándote sorprender. Después de Rocky III cuando tenía unos 9 años, debe ser la vez que más alelado salí de una sala de cine, como no sé, con ganas de abrazar a alguien o de darle gracias al mundo por aquello. Lo cierto es que conmovió de tal modo que de ahí en adelante ví todo lo que puede de este director.

Sigo pensando que “Rojo” es la mejor: una absoluta obra maestra, intrincada, adictiva, subyugante y finalmente arrebatadora. Para mí la versión cinematográfica de Milan Kundera, así como creo que super influyente en muchos otros directores geométricos como Julio Medem (que es otro que me encanta, claro). Pero claro el punto de misioginia y compadreo masculino de “Blanco” o la increíble belleza visual y sensorial de “Azul” tampoco le andan a la zaga. Curiosamente “La Doble Vida De Verónica” es de las que menos me ha gustado y “No Amarás”, uno de los capítulos del decálogo que a veces echan de madrugada en tv2 (vete tú a saber en que pack vino) es realmente magnífico.

Ver ahora la trilogía ( y compararla por ejemplo con “Caché” - ¿nadie recordó a Kiewsloski viéndola?) lo que sí es que quizá queda un poco naïf e higiénica, es decir, que queriendo retratar la Europa del momento se quedó en la superficie y no quiso o no pudo retratar los verdaderos conflictos de esa otra Europa que estallarían tiempo después. Pero bueno para mí, en mi olimpo particular: las botellas en el contenedor de reciclar, el cambio de bombilla, el orgasmo que tiñe toda la pantalla de blanco, Julie Binoche autolesionándose frotando su puño contar el muro, etc… La de veces que las hemos visto en mi piso de estudiantes y he convencido a los que van por la vida de “eso es cine para snobs” que no se han podido resistir.

Vaya… yo he puesto a Cat Power en el fotolog. No sé si quitarla y dedicarle el día hoy a este hombre tb.

3:23 p. m.  
Blogger estibaliz... said...

o problema estúpido é que nunca souben cál das tres me gustaba máis.

e si. Certamente tiñan un punto estético-pedante. Pero qué maxia -pedante ou non- teñen as cores na simboloxía humana.

7:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es increible....Kieslowski me parece un autentico coñazo,su trilogia me parece insoportablemente afectada,soporifera y prescindible...me parece increible que a ti te gusten estas pelis(por lo poco que me has contado de tus gustos y criterios)...Lo que he visto del decálogo me parece deprimente,en el sentido mas literal,historias y gente deprimente,carente de interes,tristeza sin salida...lo único bueno de la trilogia son sus protagonistas femeninas y para saber lo que es un director geométrico vean "el dinero"....Cada vez que oigo la palabra obra maestra referida a este tio se me revuelve el estómago...

2:03 a. m.  

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