lunes, julio 07, 2008

"Aliento", de Kim Ki-duk. Eros y thanatos.

El decimocuarto film del surcoreano Kim Ki-duk le mantiene fiel a su hermetismo y sus postulados estéticos más extremos para hablar de reclusiones físicas y anímicas. El director plantea una extraña historia a dos bandas entre un enigmático preso condenado a muerte y una mujer casada con un hombre con el que no debería. La obsesión de ella por el preso se establece a través de la televisión, que no deja de emitir noticias sobre los continuos intentos de suicidio de él. Un día decide ir a visitarlo a la cárcel y ahí empieza a estallar todo.

El alto simbolismo, la voluntad de llevar sensaciones humanas al límite (con el sexo y la muerte como puntas de lanza), la economía (o ausencia) de palabras y la imprevisibilidad de los comportamientos son algunas características habituales de las películas de Kim Ki-duk. Aquí incorpora un par más de cosas sorprendentes: la presencia de un voyeur que espía (y se implica) en la relación de los protagonistas a través de las pantallas de vigilancia (y a quien interpreta el propio director) y la inclusión de varios números musicales que no sólo posicionan claramente a la película como no realista, sino que parecen mostrar su deuda kitsch con los de Tsai Ming-Liang.

Película muy arriesgada, por tanto, que, al igual que en su contenido, despertará odios y pasiones.

Canción del día: "Roberta Flack" (Flying Lotus)
http://www.youtube.com/watch?v=s9tn9lrn5pc

Frase del día: "No creo que un realizador deba suplicar comprensión al público" (Kim Ki-duk)