miércoles, junio 25, 2008

"Funny Games U.S.", de Michael Haneke. Todo sigue intacto.

¿Qué sentido puede tener que Michael Haneke haga un remake estadounidense, diez años después, de su obra maestra y que además la reproduzca plano a plano con total precisión?

Bien. Creo verlo. Como en el caso de Gus Van Sant con "Psicosis", la obra original tiene tal perfección que no hay forma posible de mejorarla: sólo se puede rehacer tal cual. En este caso, las únicas transformaciones son actualizaciones espacio-temporales: se cambia un lugar de Austria por otro de EE UU (aunque, ojo, las localizaciones -la casa y sus habitaciones, el lago- son prácticamente idénticas). Los actores son otros y hablan en inglés (no menos importante: son estrellas reconocidas como la sensacional Naomi Watts -también productora ejecutiva, esta tía se merece un monumento-, Tim Roth o Michael Pitt) y, finalmente, se introducen importantes cambios tecnológicos. El famoso rebobinado, por ejemplo, se hace ahora con un mando de dvd. La banda sonora (con ese tremendo cambio de Bach a John Zorn en la secuencia inicial) también es la misma.

¿Principales conclusiones de esto? Que, diez años después, "Funny Games" no sólo no se ha quedado desfasada sino que mantiene intacta su capacidad de impacto y todo su mal rollo. Diría más: eso incluso aumenta por un detalle nada nimio. Es importante recordar que se trata de una peli que busca la confrontación y la implicación/desestabilización del espectador. Que cuestiona la relación entre entretenimiento y violencia planteando un doble juego (el que se establece dentro de la peli y el que se establece entre la cinta y el espectador) a base de llegar lo más lejos posible rompiendo los límites de la crueldad. Pero es una peli austriaca que jamás llegó más allá de un público europeo predominantemente intelectualizado. Por lo tanto, una obra que, por su alcance minoritario, veía diluida su capacidad de peligro.

Ahí está, precisamente, la pertinencia de su "remake" y lo que la convierte en una obra maestra todavía superior a la original. Ahora, "Funny Games" es un producto de Hollywood y eso aumenta su perversidad. Desde una multinacional, reestablece el juego desde el seno de la misma industria a la que está criticando. Y, para rizar más el rizo (véase, por ejemplo, la web oficial: wip.warnerbros.com/funnygames), se ve reforzada por todo un arsenal de mercadotecnia dándole la apariencia de que se trata de un producto que frivoliza y banaliza esa misma violencia extrema. Lo que, en la cinta original, era una simple reflexión intelectual, llega ahora muchísimo más lejos. Y, sobre todo, porque en su interior no cede un ápice: es la misma obra, con exactamente su misma radicalidad, sus planos fijos de diez minutos, su desesperante lentitud, sus momentos de ultraviolencia fuera del plano visual, colándose en casa del enemigo y pillándole por sorpresa. Atragantando las palomitas.

Prueba de su éxito es que ha sido vapuleada por la crítica estadounidense. En cuanto al público, se puede echar un ojo a las opiniones de Metacritic y sólo se ven muchos ceros y unos cuantos dieces. La maniobra de subversión ha funcionado y Michael Haneke se reconfirma no sólo como el cineasta más inteligente y genial de los últimos 20 años (al menos), sino también como uno de los más grandes de la historia.

Estreno en España el (je) 4 de julio. Vayan a verla, que no durará mucho.

Canción del día: "Sharpshooter" (The Mary Timony Band)
http://www.youtube.com/watch?v=Kk4N7_ekNSk

Frase del día: "El marianismo es el centro, las mujeres, el diálogo y el futuro" (Mariano Rajoy)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Prueba de su éxito es que ha sido vapuleada por la crítica estadounidense. Esta frase te la recordaré la próxima vez que coincidas con la crítica estadounidense :D :D :D Yo no sé si hablaría de "la" crítica estadounidense aunque parecer parece que no ha gustado mayoritariamente a la crítica de Nueva York.

En cuanto al público me parece interesante echar un vistazo a las puntuaciones en IMDB (con más audiencia que Metacritic). Muy interesantes las puntuaciones por tramos de edad.

4:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hace tiempo que tenía ganas de hablar contigo del "remake" de Haneke.

Estoy de acuerdo en que la película funciona y que, sobre todo, realiza la impagable función de difundir el mensaje de la original más allá del circuito "indie"; sobre todo, haciéndolo llegar a quien más importa: el público juvenil y "mainstream".

Para ello, Haneke realiza una única concesión al espectador, utilizando caras conocidas en un "casting" bastante convencional. Nada que objetar a la labor de Roth, Watts o Pitt... salvo el hecho de que sus rostros restan algo del impacto realista y retorcidamente cotidiano del original, filmado con actores desconocidos.

De todas formas, coincido contigo: Haneke y su cine siguen siendo (por desgracia) muy necesarios en los tiempos que vivimos.

3:50 p. m.  

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