"Infiltrados", de Martin Scorsese y "Brick" de Rian Johnson: noir de luxe
Tras la estupenda "Plan oculto" de Spike Lee parecía difícil pensar en que veríamos un 'thriller' mejor este año. "Infiltrados" lo es y "Brick" no realmente, pero aporta interesantes hallazgos que aportan cosas muy saludables para el género.
Creía que Scorsese había perdido su eje desde que se fue al Tíbet con "Kundun". Aguardaba "Intrusos" ('remake' de un film oriental titulado "Asuntos internos") con cierto escepticismo. Pero desde el primer segundo de la película, con la voz en off de Jack Nicholson diciendo "yo no quiero ser un producto de mi entorno, quiero que el entorno sea un producto mío", supe que iba a ser buena. A partir de ahí, aplicando la famosa frase de Cecil B. De Mille, se empieza con un terremoto y va hacia arriba, sin decaer a lo largo de las dos horas y media que dura.
El argumento se basa en tres vértices: Costello (Nicholson), es un mafioso irlandés en Boston. Infiltra a un chaval, un 'protegido' en la policía local y, a su vez, la policía tiene a otro infiltrado entre los secuaces de Costello. Imagínense ahí todo el juego de cajas chinas que articula Scorsese con alta maestría. Es una constante partida de ajedrez en un lugar en el que todos los personajes son inteligentes, con un argumento que riza el rizo introduciendo elementos tan desconcertantes como una psicóloga de policías y delincuentes (gran descubrimiento, por cierto, el de la actriz Vera Farmiga).
Diálogos excepcionales, por supuesto -a la altura de los de "Uno de los nuestros" y "Casino" o diría que incluso mejores-, montaje a alta velocidad y, además, sólo alguien como Scorsese podría ser capaz de hacer que actores tan chungos como Matt Damon, Leonardo di Caprio, Alec Baldwin e ¡incluso Mark Wahlberg! se salgan en sus papeles. Peliculón casi total excepto por una cosa que gustosamente discutiré con quien quiera preguntármelo cuando la haya visto.
Desde el cine independiente, está también presta a llegar a las pantallas, aunque mucho más de tapadillo, "Brick". La película de Rian Johnson es un lúcido arrebato de posmodernidad que lleva los argumentos e incluso el lenguaje en jerga de las novelas negras de Dashiell Hammett y Raymond Chandler a un ambiente de instituto actual en la yanquilandia profunda. Pero no es lo que puede parecer por esta última frase. Nada que ver con, por ejemplo, aquella versión 'high school' de "Las amistades peligrosas" con Buffy la Cazavampiros. Aquí la mirada sobre la adolescencia es mucho más seria y adulta, y el hecho de que sean estudiantes de instituto es algo meramente accesorio. Son jóvenes que se comportan exactamente igual que los personajes de la serie negra de los 40 en un ambiente contemporáneo (tráfico de drogas y tal). Su inspiración más inmediata son los Coen de "Muerte entre las flores", con la que entronca estéticamente e incluso en puntos argumentales, como el hecho de que el protagonista está recibiendo hostias continuamente. Cierto tono surrealista a lo Lynch en otros momentos termina por descolocar y contribuye a crear esa atmósfera inquietante que hace subir aún más enteros al film.
En ambos casos, se recomienda ir a verlas bien, bien, bien despierto. Típicas pelis que requieren mantener toda la atención todo el tiempo.
Canción del día:"Sous les avalanches" (Vincent Delerm)
Frase del día: "Yo siempre he dicho lo contrario de Godard. El cine es una mentira a 24 imágenes por segundo" (Brian de Palma)
Famosos avistados: Enrique del Pozo, en el pase de "Infiltrados"
1 Comments:
Chungos según quien los diriga porque el Whalberg de Boogie Nights mola, por ejemplo...o el Matt Damon de El Caso Bourne. Tienen sus días...
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