Can't remember the small things

Siempre me han llamado la atención esas típicas situaciones en que vas con alguien y de repente dice "joder, me acaba de saludar un tío y no sé de qué lo conozco". Me hacían gracia porque a mí nunca me sucedían. Al contrario, yo suelo ser más bien de éstos en plan "mira, está ahí fulano pero paso de saludarle porque total seguro que no se acuerda de mí".

Creo que pocas situaciones tan cortantes hay como que vayas de guay a saludar a alguien y te ponga cara de "¿nos conocemos?", y le tengo especial tirria a esa gente a la que te presentan ocho veces y siempre piensa que es la primera. Pero ahora me estoy pasando al otro bando. Soy más de los reconocidos que de los que reconocen, especialmente desde que mi vida social se ha intensificado tanto y desde que la gente ya no sólo me asocia con una cara, sino también con una firma.

Me siento observado, vamos. Y ayer me quedé preocupado. Iba por la calle Huertas y un tipo que venía en dirección contraria se me quedó mirando como con gesto de acercamiento.No me sonaba de nada, pero de nada. Creí que me iba a pedir tabaco o preguntarme por alguna calle, pero no: se me quedó parado en plan "eh, ¿no me saludas?" y yo que ni puta idea sobre de qué conocía a ese tipo. Fui moderadamente inteligente: en lugar de decirle "¿nos conocemos?" le saludé como si nada y le dejé hablar. "¿Cuándo viene D.B? ¿Sabes cómo ha ido la grabación de TAB?". Vale, intuí que lo debí conocer en una de esas noches de juerga.

No somos nadie. Y empiezo a verme como un tío chungo. Me planteo que tengo que cambiar de vida mientras amenizo a mi patio de vecinos con "The Drift" de Scott Walker.

Canción del día: "Nunca ganaremos el mundial" (La Habitación Roja)

Frase del día: "Madrid estudia bombardear nubes para que llueva" (Titular de "El Mundo")