miércoles, marzo 21, 2007

"The Host", de Bong Joon-Ho. Godzilla es un animal político.

Precisamente ayer leía en Ladinamo una interesante entrevista con la escritora yanqui Ursula K. Le Guin donde su autor, César Rendueles, también reflexionaba sobre la relación entre la ciencia ficción y las ciencias sociales y la existencia de una ciencia ficción de izquierdas o de derechas (casi nunca neutra). Parte de eso me volvió a la cabeza tras ver la interesante multidimensionalidad que encierra la que, de momento, es mi película favorita del año, la coreana "The Host".

No es nada nuevo. Gran parte del cine de monstruos, alienígenas o amenazas extrañas generado desde los 50 tiene un marcado componente político o social, casi siempre relacionado con los fantasmas generados por la Guerra Fría. Incluso antes, en el Período Entreguerras, los monstruos del expresionismo alemán metaforizaban la inminente presencia del fascismo.

El caso es que, a partir de "Star Wars" (1977), la ciencia ficción perdió su componente de reflexión social para crear un nuevo modelo hegemónico del género: aparentemente desideologizado, claramente banal, infantilista, sólo consagrado al sentido de espectáculo y tendente a buscar las sinergias con las grandes multinacionales de comida rápida, fundamentalmente. Ciencia-ficción de derechas, por tanto, sin ningún tipo de sentido crítico con respecto al sistema. Todo ello revela por qué la película de Lucas es una de las que más daño han hecho a la historia del cine (y eso que no he hablado de todo el movimiento de frikis creado alrededor).

Pero me estoy perdiendo. Un amigo periodista suele insistir sobre lo fácil y poco creativo que es poner a caldo otra obra para justificar lo buena que es la obra que quieres poner bien. Así que voy a hacerle caso. Porque "The Host" es la puta hostia y una obra maestra. Y lo es por:

La transgresión de géneros desde una óptica que pilla parte de sus elementos pero los utiliza de un modo radicalmente diferente. Para comenzar, los héroes (antihéroes) son una familia disfuncional pero que poco tiene que ver con el cliché de familia disfuncional tan explotado últimamente. Rayan el absurdo pero, al tiempo, hay tanta fuerza existencial en algunos de sus actos y gestos que la fuerza de los mismos adquieren unas dimensiones que, desde la anécdota, trascienden la anécdota. "La gente perfecta es lo peor. ¿Cómo podría hacer un drama con gente que lleva una vida fácil?", ha dicho el director. "He tratado de vulnerar otras normas -explicaba a Nando Salvá en El Periódico-. Cuando Holywood hace una película como ésta, la protagoniza un héroe valeroso o un científico brillante. Para mí, era importante que los protagonistas fueran improbables, raros. Si tienes a los personajes más débiles e indefensos luchando en una misión muy complicada, te proporciona una mayor riqueza de emociones humanas. Ya lo hice así en 'Memories Of Murder!" (otra obra maestra, por cierto, que en este caso subvertía la tradición del cine policiaco). No obstante, es de rigor recordar un precedente próximo en Holywood en este sentido: "La guerra de los mundos" de Spielberg, donde Tom Cruise es un padre disfuncional y un puto desastre también. El error es que es Tom Cruise.

Segundo aspecto importante: la confluencia, salvaje y en bruto, del más puro dramatismo con un humor puramente 'slapstick'. Ambas cosas conviven de un modo que hace de la película algo imprevisible y arrebatador. Cada vez que el monstruo sale del agua, no tienes ni puta idea de si va a haber una muerte trágica o una escena tremendamente hilarante. Es por eso por lo que no estamos hablando de una peli de terror. Y es por eso por lo que no sabemos de qué cojones estamos hablando. Joon-ho lo justifica así: "Las catástrofes son angustiosas y trágicas, pero al mismo tiempo suelen ir acompañadas de situaciones cómicas. Cuando me enteré de que los grandes almacenes Sampoong se habían desplomado me quedé horrorizado y muy triste, pero fue gracioso que tras el accidente la gente se agolpara para robar palos de golf y otros bienes de lujo de la sección de importación. En Corea, las catástrofes son así: como obras de teatro del absurdo".

Pero, además, es un absurdo profundamente kafkiano que encierra una reflexión sobe la soledad y la impotencia humanas. No por lo primero que se puede pensar: cómo combatir a un animal desconocido, sino por otro de los grandes logros de la película: que, en lugar de utilizar una amenaza de este tipo para aludir al heroísmo y a la solidaridad grupal como valores para afrontar lo trágico, lo que hace es poner de manifiesto todas las disfunciones sociales latentes (colonialismo, autoritarismo, las incapacidades organizativas del sistema social, la corrupción, el sálvese quien pueda, el cisma entre el pueblo y los políticos, la falta de respeto por el medio ambiente)...

Película triplemente demoledora, por tanto, a lo que contribuye un impecable acabado visual. Destaca la creación del bicho, animal completamente creíble y fantasía perfectamente integrada en lo real. Nunca cantan los efectos y, además, la acción se desarrolla en un Seul tan claustrofóbico como el de "Blade Runner", con esos puentes sobre el río, la alcantarilla, el gris y una interminable lluvia casi ácida. A ello, añadir esos planos tan poéticos de Joon-ho que, en los momentos más dramáticos, cargan al film de una fuerza descomunal.

Canción del día:"Paragraphs-Relentless" (Dälek)

Frase del día: "El coño de tu madre huele a pescado podrido" (sms de José Frade a Jimmy Giménez-Arnau, según cuenta este último)


3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Star Wars" cine de derechas?? Hombre, te ha quedado un poco reduccionista. De hecho, la tercera de la saga, o sea la última en rodar contiene una carga política bastante evidente. Eso sí,una caca pero con contenido político.
De todas maneras, pienso que cine de ciencia-ficción en el que se juntan grandes producciones con críticas al sístema las ha habido antes y después de "Star Wars", estoy pensando, por ejemplo, en "El planeta de los simios" o "The Matrix".

3:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Así como lo escribes casi llegas a convencerme de que lo que he visto NO era una puta mierda.

La cuestión política ya la ha defendido Alberto y por lo tanto la suscribo totalmente.

En cuanto a lo absurdo, pues hombre, incluir en el guión frases tipo "su nacimiento fue un accidente y su muerte también lo ha sido" o "éste se quedó así porque de pequeño le faltaron proteínas" creo que le hacen flaco favor a considerar que es una familia disfuncional más disfuncional que el resto (y por lo tanto más creíble) o que se toman las catástrofes con sentido del humor. Huelga decir que la lobotomía, al igual que otras medidas de control por parte del estado (la movida de los móviles, la busca y captura con recompensa), estan metidos con calzador y cuñas bien hinchadas.

Y bien, el monstruo está muy bien hecho pero (por no hacer spoiler) la combustión, el agente amarillo en medio de una manifestación... pff pff, bueno no sigo... un desastre davidiño, un desastre.

Eso sí, los planos muy bonitos. :)

4:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué familiares me resultan el segundo y el tercer párrafo... :D

The Host, bueno, la peli es entretenida e incluso con detalles interesantes (esa familia, esa Corea) pero me acabaron cansando la sucesión contínua de momentos ramplones, tanto de supuesto humor como de reflexión política, y aquellos de un lirismo algo facilón cuando no abiertamente grimoso. Y los efectos se quedaron en el monstruo (lo mejor de la película). Y el terror no se sabe.

Estoy expectante para ver cuál será la próxima película favorita del año de "Perdiendo Mi Eje" :D

4:23 p. m.  

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