miércoles, noviembre 12, 2008

"Los limoneros", de Eran Riklis. La vida en la frontera.

El alcance de la estupidez humana es insondable, y una de las pelis recientes que mejor lo está demostrando es esta producción israelí. "Los limoneros" se ambienta en un lugar de la frontera entre Israel y Cisjordania, cuando el ministro de defensa de ese país y su esposa se trasladan a vivir a un caserón justo al lado de una campesina viuda palestina. Los judíos entran como elefantes en una cacharrería y lo llenan todo de vallas, torres de vigilancia, cámaras, agentes secretos y militares ante el lógico agobio de la mujer palestina. Pero la gota que colmará el vaso será cuando el ministro decide emitir una orden por la cual los limoneros que separan ambas casas deben ser cortados por motivos de seguridad. La heroína de la historia, Salma, se planta y decide llevar el caso al Tribunal Supremo.

Más allá de la más bien evidente metáfora sobre las relaciones entre los dos países (ocupación con armas a saco contra unos simples arbolitos) y de la reflexión sobre la extrema paranoia de la seguridad, para mí lo más interesante de la peli son las relaciones paralelas entre los personajes masculinos y femeninos. La esposa del ministro, aislada en una absurda jaula de cristal que preserve su vida de comodidad occidentalizada, va adquiriendo un sentimiento de solidaridad con esa vecina de la que se encuentra separada por vallas y a quien sus guardaespaldas prohiben tan siquiera llamar a su puerta para pedirle sal. Por su lado, Salma empieza a sentir algo por el abogado que le lleva el caso ante el rechazo de los hombres de su comunidad, que opinan que ella debe guardar fidelidad a su marido muerto. Por todo ello, y algún que otro detalle que no voy a desvelar, la peli tiene tanto que ver con la dominación de género como con el atropello geopolítico. Hecha por un varón, y desde Israel.

Canción del día: "The Disaster (The Model Rmx)" (DJ Hell)

Frase del día: "Necesitamos nuevos idiomas, necesitamos dejar de hablar como beatniks" (Alice Glass, de Crystal Castles)